miércoles, 14 de octubre de 2015

Sitges 2015: Las Mañanas: Día 6

Antes o después tenía que pasar, y es probable que todavía se repita, pero de momento hoy ha sido ya la primera, si, me he dormido, y es que el cansancio se empieza a acumular (lo prometido es deuda) así que hoy ha tocado carrera por la maravillosa cuestecita hacia el Auditori, y como rige la Ley de Murphy o como dictó el caprichoso Dios de Le Tout Nouveau Testament si todas las mañanas siempre se retrasaba un par de minutos la proyección, hoy ha sido puntual como ella sola, vamos que he llegado a las 08:33 y ya estaba empezada, en fin, cosas que pasan.

Y eso que a primera hora tocaba Green Room, una a la que le tenía bastantes ganas tras el impresionante trabajo anterior de Jeremy Saulnier en Blue Ruin. Green Room tenía además todos los componentes para generar expectación, el antecedente de su director, una temática más que atractiva (banda de punk vs neonazis) y a Patrick Stewart como líder de los fascistas prometían un espectáculo digno de admirar.
Jeremy Saulnier vuelve a demostrar pulso narrativo en el manejo de la tensión, atrapando al espectador sin dejarle un solo momento de descanso, al igual que maestría en el manejo de la cámara, casi siempre en plano fijo, sin alardes técnicos, centrándose en relatar lo sucedido. La violencia (seca y austera) en esas pequeñas guerras personales se nota que son del gusto de Saulnier, pero quizás ese es el pequeño problema que se le ve a Green Room, que el director no sale de su zona de confort, se dedica a hacer lo que ya sabe que domina y no arriesga más allá de esas gotas de humor muy bien introducida, y eso no quita que el film sea más que apreciable, pero si que deja la sensación de no ser tan redonda como Blue Ruin, al margen de eso es un intenso thriller que gira los papeles a los Home Invasion de toda la vida y convierte a los visitantes en presos en 95 minutos vibrantes (como nota personal quizás esperaba más del papel de Patrick Stewart al que se ve muy desaprovechado).


A continuación la esperadísima Macbeth para la que el Auditori se ha llenado por supuesto y es que tanto la estética vista en los trailers como la presencia de Michael Fassbender en una nueva revisión de Shakespeare. Como ya adelante en The Assassin hay películas a las que el ritmo devastador de éstos festivales no les vienen demasiado bien, cientos de horas de visionado a las espaldas y un ritmo lento y pausado no suelen ser buenos compañeros de cama, así que ha habido bastantes quejas y algún que otro ronquido en la sala.
Personalmente, además de querer volver a verla en otras condiciones, en un primer momento me ha parecido un ejercicio más de estética que de querer llegar a la esencia del texto de Shakespeare, la paleta de colores saturada de su fotografía, la dirección artística, el virtuosismo en las secuencias de batallas, todo brilla, pero en ningún momento logro captar lo que me atrapa de la tragedia de Macbeth, ese héroe de guerra que se ve convertido en villano palaciego en un juego de ambición y venganza con la continua duda de si el destino está escrito o lo forjamos nosotros mismos con nuestras decisiones. No me creo al Fassbender al borde de la locura, ni a la Cotillard manipuladora, no entro en el alma de la película y así por muy bonita que la vistan no hay manera.


February era uno de esos casos de película desconocida para el público y eso puede ir por dos caminos, o enorme descubrimiento o película de relleno en el festival y lamentablemente ha sido lo segundo, el film que traía como mayor seña de identidad ser el debut del hijo del mítico protagonista de Psicosis.
La opera prima de Osgood Perkins se centra en crear tensión a través de un ambiente que pretende ser insano, jugando con el tiempo y los puntos de vista de la acción el film pretende engañar al espectador en un puzle que más parece un rompecabezas infantil por su simplicidad, una película de posesiones sin posesiones, ni guión ... ni prácticamente nada, un despropósito que va al cajón de películas a las que no acercarse ni con un palo.


Tras la decepción con Macbeth tocaba de nuevo encontrarse con Fassbender, en Slow West, otra de esas que entraría en la categoría "que hace una película así en Sitges" pero bueno, temas aparte, el film lo ha presentado su director John McLean que acertadamente no ha querido contar mucho del argumento para que el público lo viera con la mente lo más limpia posible.
Slow West es un western en principio ligero pero con más poso del que parece de la llegada de un joven irlandés al Oeste americano en busca de su amada, allí se encuentra con un fuera de la ley que le ayudara en su viaje.
El film busca continuamente el contraste entre Jay y y Silas, vemos a través de los inocentes ojos del joven pero sin embargo es el realista cazarecompensas el que nos narra la acción en off, esto no es casual y se repite múltiples veces durante el film, mientras Jay se para a escuchar la música en medio del desierto como si fuera lo más importante que existe en ese momento, Silas sabe que no pueden llevarse a unos niños abandonados porque no tendrían que hacer con ellos.
En una extraña mezcla que conjuga western, buddy movie e incluso comedia Slow West se revela como una auténtica sorpresa, tan entretenida como emocionante en su intenso final, una de esas películas de las que no esperas nada y te acaban dejando con una sonrisa en la boca.


Algo parecido a ésto supongo que pasaría en su momento con Cop Car pero cuando nos llega aquí su director ya ha sido lanzado a la fama por su elección como director del nuevo remake de Spiderman.
Y viendo el trabajo de Jon Watts no es de extrañar porque el joven realizador saca brillo de un film que en un principio apenas tiene elementos para destacar.
La inocencia y las aventuras en el bosque se quedaron con los chicos de Cuenta conmigo (Stand by me), los chavales de hoy en día se escapan de casa, roban coches de policías o disparan pistolas y en ésta ocasión si que será la aventura que les cambie sus vidas. Con apenas cinco interpretes y pocos más escenarios Watts es capaz de tenernos ensimismados viendo como aprenden a conducir unos chavales, tal es la maestría de su narración y va convirtiendo poco a poco y sin que nos demos cuenta esa aventura adolescente en un apasionante thriller de persecución y tiroteos. La película es redonda en su concepción y resultados, pocos peros se le puede sacar a ésta pequeña joya del cine independiente estadounidense.


Y para rematar el día un nuevo paseo por la sala Brigadoon, a veces la gran olvidada del festival entre el maremagnum de la amplia oferta de Sitges pero en la que siempre se puede encontrar cosas interesantes a nivel de cine clásico, documentales o como en ésta ocasión cortometrajes con la acertada selección del Festival Fascurt que nos han hecho pasar un buen rato de risas y diversión, imposible nombrarlos todos, pero en mayor o menor medida todos han arrancado aplausos y risas entre los allí presentes.


Mañana empezaremos el día con Victoria, el plano secuencia de más de dos horas del que todo el mundo habla, seguiremos con Demon que promete espíritus malignos, Schneider vs Bax será la ración de humor negro para acabar la mañana con la primera parte de la adaptación del manga Parasyte, por la tarde ya sabeis que somos más de improvisar.

Como siempre la cuenta de Twitter @tododesdemisofa para seguir la actualidad más al día

Otras entradas del festival:

- Dia 1
- Día 2
- Día 3
- Día 4
- Día 5

2 comentarios:

  1. Ya tuve que que dejar el festival el lunes para volver a la rutina, así que tendré que ir poniéndome al día según avancen los días y vayan llegando los títulos. Muero de ganas por ver Green Room, Macbeth y Bone Tomahawk, y por lo que leo aquí, solo aumentan las ganas de ver esas dos primeras. Sigo al tanto de lo que comentes para seguir haciendo hipe y poniéndome al día. Un saludo, Óscar, nos leemos.

    www.cenitalynadir.es

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    1. Hey no sabía que habías estado por allí también, perdona la tardanza en contestar, pero he tardado tiempo en recuperarme jejeje Green Room está muy bien, aunque a mi personalmente me gustó más Blue Ruin. Bone Tomahawk yo también le tengo muchas ganas, creo que junto a The Final Girls creo que es de las que me he dejado sin ver las que más ganas tengo de recuperar por lo que he leído. Macbeth a mi no me convenció demasiado pero visualmente es una maravilla eso si, a ver si a ti te gusta más.
      Saludos

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