jueves, 28 de enero de 2016

Spotlight

Spotlight

Director: Tom McCarthy

Actores: Mark Ruffalo, Michael Keaton, Rachel McAdams, Liev Schreiber, John Slattery, Stanley Tucci, Brian D'arcy

Guión: Tom McCarthy y Josh Singer

Productores: Blye Pagon Faust, Steve Golin, Nicole Rocklin, Michael Sugar.

Montaje: Tom McArdle

Fotografía: Masanobu Takayanagi

Música: Howard Shore

Producción: Rocklin / Faust, Participant Media, First Look, Anonymous Content


El periodismo siempre ha mantenido una estrecha relación con el mundo del cine y ha sido representado de distintas formas, desde el elogio en títulos como Buenas noches y Buena suerte o Todos los hombres del presidente, pasando por la crítica a los aspectos más turbios como la reciente Nightcrawler o El Gran Carnaval, incluso con un aspecto cómico como en Primera Plana y Luna Nueva, muchas son las maneras de acercarse al llamado cuarto poder desde el celuloide. 
En el caso de Spotlight nos encontramos ante una oda al periodismo más puro, al que investiga para desenmarañar misterios y encontrar culpables, el que busca el bien y la justicia, algo que pudiera parecer un tanto idealizado en un principio, aunque más tarde se descubrirá que no tanto, pero sobre todo nos encontramos ante una gran película.

En la cada vez más larga (y éste año algo descafeinada según los expertos) carrera hacia las Oscar, la primera película que comenzó a sonar con fuerza desde un principio fue Spotlight, ésta historia basada en hechos reales del equipo de investigación del Boston Globe que destapó la red de pederastía existente en la iglesia, oculta e incluso consentida hasta esos momentos por la jerarquía eclesiástica.

Es fácil adivinar porque Spotlight desde el principio ha conseguido el favor de los críticos hasta ganar los Critics Choice Awards a la mejor película de 2015, y es que es sólida como una roca, sin apenas ninguna fisura, evidentemente no se puede decir que sea perfecta, pero si que es muy difícil encontrar algún fallo en ella.



Comenzando por su reparto, en el que cada interprete sabe en que lugar tiene que estar, desde la tranquilidad y el punto de vista pausado de un contenido Liev Schreiber hasta la rabia periodística pura de un excelente Mark Ruffalo en el que probablemente sea el papel de su vida (y eso ya es mucho decir) y que de no haberse encontrado con el año de Stallone probablemente se habría llevado la mayoría de galardones del año. El resto del cuarteto protagonista está perfectamente ajustado a lo que pide la película, Michael Keaton sabe cuando tomar el mando y cuando ceder protagonismo a sus compañeros, Rachel McAdams brilla desde una aparente segunda línea pero dotando de corazón y sentimiento a la trama y Brian D'arcy sorprende robando varias escenas a pesar de tener un papel de menor peso. Junto a ellos un ejército de brillantes secundarios comandados por el ya mencionado Schreiber e ilustres veteranos como John Slattery, Paul Guilfoyle, Jamey Sheridan o el siempre maravilloso Stanley Tuccy, es dificil encontrar un solo actor o actriz que no esté en su punto justo en éste film, hasta los pequeños papeles de escasos minutos destacan.

A esto tenemos que unir la estupenda dirección de Tom McCarthy, que adopta un estilo clásico que evita hacerse notar pero siempre está en el lugar acertado, consiguiendo que la narración tenga fluidez, ya que nos encontramos con una historia por momentos densa y complicada, incluso difícil de seguir pero el film siempre encuentra el modo de reconducirnos por el camino adecuado, gracias también al eficaz montaje de Tom McArdel, sin ningún tipo de alarde, simplemente indicando al espectador en que lugar se encuentra en cada momento. La fotografía de Masanobu Takanayagi o la evocadora música de Howard Shore que nos acompaña tanto en los momentos de investigación como en los de máxima tensión son otros de los ejemplos de la notabilidad técnica y artística de Spotlight.



Otro punto fuerte del film es la búsqueda siempre del carácter periodístico y divulgativo, obviando los detalles morbosos y truculentos que podrían haber dado una historia como ésta, Spotlight se centra en la investigación y la búsqueda de la verdad de un grupo de periodistas, no intenta convencer al espectador de nada ni mostrarle el horror de lo que está contando porque eso es algo que se entiende por sí solo, tampoco intenta convertir a nuestros protagonistas en héroes, incluso deja interesantes reflexiones sobre la moralidad del periodismo y las razones por las que se investiga una historia o se deja pasar. 

Con un dominio de la tensión maravilloso el film va en un continuo increscendo desde la densidad argumental inicial, pasando por la frenética lucha por conseguir desvelar la verdad hasta llegar a un final tan emocionante como aterrador por la sensación de autenticidad que desprende. Yo tampoco voy a entrar en competiciones sobre si es la mejor película del año o no, pero lo que si tengo claro es que Spotlight es para mi una de las imprescindibles de ésta temporada de premios.

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