miércoles, 17 de febrero de 2016

Carol

Carol

Director: Todd Haynes

Actores: Cate Blanchett, Rooney Mara, Kyle Chandler, Jake Lacy, Sarah Paulson, John Magaro

Guión: Phyllis Nagy. Basado en la novela de Patricia Highsmith

Productores: Elizabeth Karlsen, Tessa Ross, Christine Vachon, Stephen Wooley

Montaje: Affonso Gonçalves

Fotografía: Edward Lachman

Música: Carter Burwell

Producción: Number 9 Films, Film4, Killer Films


La propia concepción de Carol es tan llamativa que es casi imposible no ponerte de su lado desde un principio, basada en una novela de Patricia Highsmith, fue publicada por su autora bajo seudónimo en 1952 por temor a las posibles represalias profesionales y sociales ante una de las primeras novelas de temática homosexual que normalizaba éste tipo de relaciones, sin embargo desde un comienzo ésta historia de amor lésbico caló entre el público convirtiéndose en un auténtico éxito de ventas.

Más de medio siglo después Todd Haynes es el elegido para llevar ésta historia a la gran pantalla, la de Therese, aspirante a fotografa reconvertida en dependienta de una tienda de muñecas y la de Carol, elegante dama de la alta sociedad, una mujer que entra en su vida y la cambia para siempre.

Haynes elige la sutileza para contar su historia, Therese y Carol nos transmiten más con sus miradas que con sus acciones o palabras, en éste sentido la película no puede ser más homogenea, desde la perfectísima ambientación, a la preciosa fotografía de Edward Lachman, pasando por la preciosa partitura de Carter Burwell (uno de mis aspectos preferidos del film) hasta llegar a la elegante dirección de Todd Haynes, todo desprende aroma a cine clásico por los cuatro costados.



El mayor acierto es la elección de sus dos intérpretes principales y es que tanto Rooney Mara, viva imagen de la inocencia y la vitalidad (que a más de uno nos trae a la mente a la maravillosa Audrey Hepburn) como Cate Blanchett, elegante, sofisticada, magnética, casi podríamos decir que una femme fatale del amor, están perfectas en sus papeles. 

Mi problema con Carol (y digo "mi" bien claro porque es algo muy personal) no tiene nada que ver con sus aspectos técnicos y artísticos o con la maravillosa labor de sus protagonistas. Si la película se me cae es porque la frialdad en el modo de contar su historia me impide conectar con ella, todo es tan hermético que en ningún momento me llego a apasionar con lo que estoy viendo o a ponerme en la piel de los personajes. Tampoco ayuda a ello el hecho de que el universo en que se muevan Therese y Carol parezca puro atrezzo, ni un solo personaje secundario posee un mínimo de tridimensionalidad, los personajes masculinos están tremendamente desdibujados y Abby, un elemento que debería ser clave para comprender el pasado de Carol acaba siendo prácticamente prescindible para el devenir de la acción. 



Si bien en su primera mitad me costó mantener la concentración en más de un momento por la lentitud de su desarrollo, su parte final me parece excesivamente acelerada, dejándome la impresión que ciertas actitudes de Therese y Carol no están bien explicadas y no sabemos como han llegado hasta ellas, al margen del ejercicio mental del propio espectador para rellenar esos huecos, fáciles de adivinar con lo que se nos ha mostrado hasta el momento, pero que probablemente merecían más tiempo en pantalla que su lento comienzo. Por ello la sensación final es de cierto desequilibrio entre sus dos partes.

Carol es una película que apasionará a los amantes del cine clásico, brillante en sus aspectos formales y con grandes interpretaciones de sus dos actrices protagonistas, pero con una historia tan pétrea que se hace muy difícil penetrar en ella, si lo consigues probablemente consigas disfrutarla mucho más de lo que lo hice yo, si te quedas fuera, puedes apreciar la belleza de todo lo que envuelve a ésta historia, pero la sensación de insatisfacción también será inevitable.

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