domingo, 24 de julio de 2016

Todos queremos algo

Todos queremos algo. Título original: Everybody Wants Some!!

Director: Richard Linklater

Actores: Blake Jenner, Juston Street, Ryan Guzman, Tyler Hoechlin, Wyatt Russell, Glen Powell, Temple Baker, J Quinton Johnson, Will Britain, Zoey Deutch

Guión: Richard Linklater

Productores: Richard Linklater, Megan Ellison, Ginger Sledge

Montaje: Sandra Adair

Fotografía: Shane F Kelly

Música: Christine Bergren, Meghan Currier, Ian Herbert, Randall Poster

Producción: Annapurna Pictures, Detour Filmproduction, Paramount Pictures


Richard Linklater es un director que se ha especializado en formar pequeños microcosmos desde los que observar las relaciones humanas, ya sea el crecimiento y la madurez de un niño vista a través de pequeños momentos en su paso de la infancia a la juventud en Boyhood, o como evoluciona una relación amorosa a través de citas aisladas en su trilogía "Antes de ..." o incluso todo un universo en sí mismo como es el High School americano en "Dazed and Confused", de la que Todos queremos algo se confiesa secuela espiritual.

Si en Movida del 76 asistíamos a las dudas y miedos por cierres de etapas en Everybody Wants Some la acción gira 180 grados y en ésta ocasión es un mundo lleno de nuevas posibilidades lo que se muestra ante los ojos de nuestros protagonistas.

A diferencia de su precuela espiritual, en ésta ocasión el film es menos coral y cuenta con un protagonismo mucho más definido, el espectador contempla ese mundo universitario centrado en el pequeño universo formado por un equipo de béisbol a través de los ojos de Jake. De nuevo veteranos y novatos se mezclarán para ofrecer las distintas visiones de lo que éste mundo puede ofrecer.



Richard Linklater vuelve a realizar un relato a priori superficial que esconde mucho más de lo que parece, a través de sus fiestas y ritos de iniciación Jake va observando todo este nuevo mundo de posibilidades que se abre ante sus ojos pero que a la vez le llena de dudas por su imprevisibilidad manifestada en su heterogénea selección musical que cobra una gran importancia en la narrativa del film viajando del rap, al disco, el country o el punk sin ningún tipo de rubor.

Mientras que las acciones de los veteranos muestran una realidad más dura, desde el egoísmo y la individualidad de los equipos deportivos universitarios en la que muchos estudiantes se juegan su futuro, hasta la sensación de irrealidad que rodea un mundo completamente artificial y que antes o después se tendrá que acabar. Son en ese sentido Finnegan y Willoughby las dos caras de la moneda, cínico y realista uno, soñador y eterno Peter Pan el otro, encarnan los dos modos de enfrentarse a ese universo paralelo que supone la época universitaria. 



Todos queremos algo se sostiene de nuevo en un elenco carismático en el que cada personaje tiene su momento de protagonismo para que vislumbremos su historia a través de pequeñas gotas y detalles de su personalidad, pero también por su capacidad de interpretar lo cotidiano y lograr que nos sintamos identificados con casos y situaciones que en algún momento hemos llegado a vivir. En una época en la que parece que la nostalgia está de moda, Linklater no tira de referentes si no que directamente hace un viaje al pasado, visto desde un punto de vista positivista y evocador si, pero sin ocultar tampoco toda la incertidumbre que espera a unos personajes cuyo sueño en la primera clase invita a que una tercera parte complete ésta trilogía sobre el paso de la adolescencia hacia la época adulta.

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