martes, 6 de septiembre de 2016

The Get Down: Temporada 1 (Primera mitad)

The Get Down

Creador: Baz Luhrman

Actores: Shameik Moore, Justice Smith, Herizen F Guardiola, Skylan Brooks, Tremaine Brown Jr, Jimmy Smits, Jaden Smith, Yahya Abdul Mateen II, Giancarlo Esposito, Kevin Corrigan

Productores: Aaron Seliquini, Baz Luhrman,

Música: Elliott Wheeler

Producción: Bazmark Films, Sony Pictures Television

Temporadas: 1

Capítulos: 6

Canal de emisión: Netflix


Baz Luhrman es un director extravagante, excesivo, que no oculta su punto kitsch e incluso hortera pero que ha hecho de ese estilo un sello tan personal como reconocible, desde que Romeo y Julieta lo puso sobre el escenario y Moulin Rouge le elevó a los altares no solo no ha renunciado a su grandilocuencia si no que la ha aumentado aún más si cabe. Dedicar estas primeras líneas a Luhrman no es casual y es que si bien podríamos pensar que en un medio como la televisión que utiliza un lenguaje narrativo diferente sus excesos podrían verse algo diluidos, la realidad es que su sombra se alarga sobre toda esta primera mitad de temporada pese a que solo ha dirigido los dos primeros capítulos.

The Get Down es ya una odisea desde su concepción argumental, la narración de la caída de la música disco y el auge del hip hop a finales de los años 70 con un Bronx que está renaciendo como telón de fondo y con la inevitable historia de amor de la marca Luhrman con unos Romeo y Julieta que en lugar de a dos familias poderosas pertenecen a dos estilos musicales enfrentados.

Si a todo esto le unimos la odisea vivida durante su rodaje y los posteriores problemas de postproducción (se rumorea que es la serie más cara de Netflix y que el rodaje de esta primera temporada ha costado lo mismo que una temporada de Juego de Tronos) es fácil imaginar que nos encontramos con una serie llena de altibajos.



Para comenzar los dos primeros episodios de la serie (los dirigidos por Luhrman) son probablemente los menos amigables con la audiencia de los últimos años en el mundo de la televisión, donde estilos, tramas y personajes se lanzan a la cara del atribulado espectador sin un orden o plan aparente, confiándolo todo a su apabullante aspecto visual, su evidentemente maravillosa banda sonora y la confianza del formato en que se encuentra, una media temporada cerrada y lanzada a la vez, lo que evita la posible huida de espectadores ante la espera semanal del siguiente capítulo.

Sin embargo en ese pastiche de géneros, entre musicales, romances, películas de Bruce Lee, drama social y conspiraciones políticas hay algo que si consigue engancharte hará que te abandones a éste Guilty Pleasure, porque no nos engañemos, The Get Down no va a ser considerada como una de las grandes series de éste año, tiene demasiados dientes de sierra, desde actuaciones absolutamente irregulares (tanto entre unos actores y otros como incluso dentro de un mismo personaje a ratos creíbles a ratos incomprensibles) o tramas completamente superfluas pero sin embargo hay algo que nos lleva a ver el siguiente episodio, tal vez sea nuestro amor a lo trash pero no podemos evitar sentir curiosidad por esa historia tan absolutamente pasada de rosca, que curiosamente a partir del tercer capítulo no para de crecer, cuando decide asentarse e ir buceando en todo lo que nos había lanzado a la cara en su doblete inicial.



Pero que nadie se engañe, un leve respiro en The Get Down sería una revolución en cualquier otra serie, homosexualidad, añadalo también, grafittis, drogas, política, mafias de barrio, relaciones familiares incestuosas, Shaolin Fantastic puede mezclarlo todo y MC Brooks rapear sobre ello, aquí todo vale, lo importante es el ritmo, ese que vuela en el quinto capítulo y la primera mitad del sexto haciéndonos pensar que la serie por fin ha cogido su rumbo, sin embargo el interminable speech político antes del climax musical de éste fin de temporada y el completamente innecesario resumen final de lo visto durante los primeros seis capítulos nos traen de vuelta a la realidad, The Get Down es así, a un verso bueno le puede seguir otro regular, pero el ritmo de fondo nos distrae, dedícate a bailar, olvida las innumerables tramas abiertas y personajes que parece que no van a ninguna parte, baila al ritmo del Get Down, maravillate con la carísima recreación del Bronx, con el lujo, con la miseria, ¿sentido, lógica?, a quién le importa eso, esto va de disfrutar.

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