domingo, 9 de octubre de 2016

Sitges 2016: Día 3

Tercer día de Sitges y hoy ha habido que aflojar un poco el ritmo, en primer lugar porque en la ruleta mañanera de la reserva de entradas hubo fuga de La autopsia de Jane Doe, lo que provocó que sigamos con el juego de recuperar películas otros días y trastocar los planes establecidos y en segundo porque aunque parezca mentira el cansancio ya empieza a hacer mella y eso que solo es el tercer día, Sitges es así, pero teniendo en cuenta todo lo que falta por delante, mejor reservar fuerzas.
The Wailing es la nueva película de Hong jin Na, el director de The Chaser y The Yellow Sea, es decir, el listón estaba muy alto tras sus anteriores obras. Pero no solo consigue mantener el nivel de calidad si no que incluso podríamos decir que jin Na da un paso más allá en su cine, y es que El Extraño (curiosa traducción) es una apuesta mucho más arriesgada del director surcoreano. El film adopta en sus primera parte una apariencia de policíaco, siguiendo a un policía algo torpe pero bonachón que nos recuerda sin mucha dificultad a la magnífica Memories of Murder, sin embargo poco a poco la película va girando hacia el género fantástico en una mezcla tan poco convencional como bien resuelta, el cine negro se une a lo sobrenatural hasta llegar a un final tan críptico como espectacular.
Ha habido quejas sobre su duración, quizás algo excesiva, pero particularmente no le quitaría un solo minuto, es más, me ha dejado tan hipnotizado que no solo la he seguido reflexionando la siguiente hora si no que de tener la posibilidad la hubiera vuelto a ver al instante.


A las 12 por fin podía recuperar una de las películas que perdí el segundo día nada más y nada menos que Shin Godzilla la nueva reinterpretación de la Toho de uno de nuestros monstruos favoritos.
La película se podría dividir en dos parte, por un lado desde el punto de vista argumental plantea una interesante crítica hacia la burocracia nipona y establece una más que interesante dicotomía entre vieja y nueva política, tecnócratas enrocados en el poder y jovenes que provienen de la "sociedad civil" con otro tipo de ideas. Con un transfondo que en ningún momento disimula sus referencias hacia el desastre de Fukushima o incluso a Hiroshima, Shin Godzilla en su presunta inocencia da más palos de los que parece.
Y por otra parte está su aspecto visual, lo que va a enamorar a todo fan, y es que la Toho no tiene ningún rubor en volver a las bases, al CGI de baratillo, a los muñecos de goma, a las maqueta y le da a toda la película un aire artesano y tradicional al que es muy difícil no tratar con cariño. Personalmente he disfrutado como un enano con ese Godzilla desplegando todos sus poderes y causando destrucción masiva. Probablemente a nivel crítico podría sacarle varias pegas, pero el fan que llevo dentro se ha hecho con el control y me impide hacerlo.


Mi particular Festival de cine asiático de Sitges (vaya día) continuaba con Museum, un thriller que se prometía entretenido por su loco argumento de un serial killer con máscara de rana. Antes de la proyección su simpático director Keishi Ohtomo ha presentado el film junto a un doble de nuestro peculiar asesino.

Lamentablemente esta presentación ha sido lo mejor de la película y es que Museum es un pastiche de varios films como Seven o Saw sin ofrecer nada nuevo en ningún momento. Incluso juraría que de la primera copia alguna frase de manera más o menos textual. La película acaba convirtiéndose en aburrida por su nula originalidad y para colmo carga con un mal común ya visto en este festival, no saber como finalizar la película, con tres falsos finales que hacen que sus últimos minutos se nos hagan interminables.


Por último (ya avisé que hoy el día era más tranquilo) tocaba tirar de documental y es que hay que decir que este año Sitges ha dado el do de pecho en éste ámbito con los documentales sobre Sion Sono, Brian de Palma y David Lynch.
En esta ocasión el documental trata de meterse en la mente de David Lynch uno de los directores con una de las miradas más personales del cine actual.
David Lynch: The Art of Life es un documental de marcado carácter autobiográfico que busca retratar al Lynch más personal, por encima del Lynch director, así su adolescencia, juventud y paso a la madurez forman el grueso principal del documental narrado por el propio Lynch en el que a través de sus pensamientos y vivencias personales conocemos algo más del director. Sin dejar de ser interesante quizás sea un documental especialmente indicado para los muy muy fans del director, yo siendo un gran seguidor de sus películas me he quedado con ganas de un poquito más de su cine y menos de su vida personal, aún así, interesante para cualquier cinéfilo.


Crónicas anteriores:

- Día 1
- Día 2

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