sábado, 11 de marzo de 2017

Kong: La isla calavera

Kong: La isla calavera. Título original: Kong Skull Island

Director: Jordan Vogt Roberts

Actores: Tom Hiddleston, Brie Larson, Samuel L Jackson, John Goodman, John C Reilly, Corey Hawkins

Guión: Dan Gilroy, Max Borenstein, Derek Connolly, John Gatins

Productores: Alex García, Jon Jashni, Mary Parent, Thomas Tull

Montaje: Richard Pearson

Fotografía: Larry Fong

Música: Henry Jackman

Producción: Legendary Entertainment, Warner Bros


En 2014 los aficionados al cine de monstruos estallamos de jubilo al ver el trailer de Godzilla, la nueva versión del mito japonés reinterpretada por Gareth Edwards levantó mucho expectación por la potencia de sus imágenes. Sin embargo el film dejó una sensación general de decepción y una taquilla que sin ser un fracaso (especialmente a nivel internacional) si que dejó cierto mal sabor de boca en las oficinas de Warner. La principal queja de los fans fue que se dio demasiada importancia al factor humano olvidándose del verdadero protagonista del verdadero protagonista del film. 

Esta introducción os aseguro que no es gratuita, porque Warner y Legendary sin duda tomaron nota de estas quejas y actuar en consecuencia, aunque tal vez se le fue un poco la mano. ¿Qué la intervención humana les parecía excesiva a los fans? Reduzcamoslos a la mínima expresión. ¿Qué no había suficientes escenas del bicho destruyendo en todo su esplendor? Convirtamos esto en el motor de todo el film.

Y ojo, que no sería la primera película que triunfa utilizando semejantes ingredientes. Así Kong: La isla calavera comienza con apenas 20 minutos de presentación (por llamarlo de alguna manera) de sus protagonistas, con referencia a Monarch, por aquello de ir preparando el Monsterverse que le unirá a Godzilla. A partir de aquí comienza el viaje y la aventura hacia Skull Island.


Y no se puede negar que tanto las escenas de acción como el catálogo de bestias que ofrece la isla son absolutamente espectaculares. El problema es que todo lo que sucede en las transiciones de una set piece de acción a otra, es decir, el auténtico cemento armado que proporciona solidez a una película, es la nada absoluta. Los presuntos héroes son completamente planos y jamás conocemos sus motivaciones, los soldados son absolutamente intercambiables y en medio de ese descontrol los únicos que son capaces de aguantar el tipo son Samuel L Jackson y John C Reilly haciendo de ellos mismos una vez más.

La historia se reduce a un corre corre que te pillo por la isla buscando cualquier excusa argumental para sacar una escena de acción de la manga e introduciendo la ya consabida complicidad entre la protagonista y el enorme simio del modo más absurdo y aleatorio posible.

Esto evidentemente hace que el film tenga unos altibajos del tamaño de sus enormes monstruos durante su metraje, de la adrenalina de sus espectaculares escenas de acción pasamos al tedio más absoluto cada vez que el film se toma un respiro y se centra en sus personajes humanos. Si bien no es el primer blockbuster que se olvida de dotar a sus protagonistas de personalidad, no sería la primera vez que se consigue solventar la papeleta gracias al carisma del personaje o actor / actriz, sin embargo aquí tanto Brie Larson como Tom Hiddleston se reducen a lucir tipo por la selva con una personalidad propia de una ameba, la cosa llega a tal extremo que ni siquiera el Rey de los simios consigue fascinarnos más allá de sus arranques de ira destructiva.


Kong: La isla calavera pretende ser una oda al cine palomitero más desinhibido en materia de acción y en ese apartado triunfa en cierto modo, sin embargo el nulo carisma de sus personajes y una historia absolutamente anodina e intrascendente lastran el conjunto de un modo inevitable. En manos del espectador queda el considerar esto suficiente o pensar que un blockbuster debe ser algo más a la hora de ofrecernos un divertimento digno.

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