viernes, 19 de mayo de 2017

Alien: Covenant

Alien: Covenant

Director: Ridley Scott

Actores: Katherine Waterston, Michael Fassbender, Billy Crudup, Danny McBride, Demian Bichir

Guión: Jack Paglen, Michael Green, John Logan, Dante Harper

Productores: Ridley Scott, Walter Hill, Michael Schaefer, Mark Huffam, David Giler

Montaje: Pietro Scalia

Fotografía: Dariusz Wolski

Música: Jed Kurzer

Producción: Twentieth Century Fox, Scott Free Productions, TSG Entertainment


En 2014 Ridley Scott consigue con Prometheus rescatar del olvido una saga que parecía olvidada, con una película que enmarcada en el mismo universo prometía tomar un rumbo diferente. Mientras la película conseguía un enorme éxito en taquilla se levantaban muchas voces críticas contra la película, la mayoría se cebaban con un par de momentos innegablemente estúpidos del guión obviando el resto del film, pero más allá de esta masa ruidosa existió entre los más fanáticos de la saga alien, cierto malestar por el coitus interruptus que supuso la aparición de nuestro xenomorfo favorito, convirtiendo ese supuesto enfoque alternativo en un si pero no que supuso muchas frustraciones en este sector.

Alien: Covenant sin duda alguna es producto de las dudas de su director ante estas críticas, curioso sin duda en una saga que habla de nuestros creadores y sus imperfecciones.

Y es que es difícil negar que con este Covenant, Scott ha querido contentar a toda esa masa que reclamaba más Alien y menos Prometheus, intentando navegar sin ningún éxito entre el homenaje y la conexión con la saga original y los deberes argumentales adquiridos en la anterior entrega.

Mientras su revelador prólogo nos deja entrever algo de esa reflexión sobre la creación que se abordaba en Prometheus, la acción pronto se traslada hacia la nave que da nombre al film, presentándonos a su tripulación y situándonos en un paisaje que nos suena a ya visto, el de la expedición a un planeta desconocido para responder una señal de ayuda.



Es a partir de este momento cuando uno comienza a hacerse preguntas críticas sobre el film, del tipo ¿qué quiere contarme Alien: Covenant?, y es que con mayor o menor acierto, su predecesora contaba una historia, respondía preguntas, planteaba otras, en definitiva nos mostraba un nuevo universo narrativo que explorar. Sin embargo en esta ocasión nos encontramos con una película que nunca acaba de encontrar su rumbo, el de secuela lo abandona rápidamente, con un patético flashback de un minuto en el que echa por tierra todo lo visto en Prometheus. 

Con una tripulación absolutamente carente de carisma y la peor protagonista femenina vista hasta el momento, Covenant sobrevive gracias a esa dualidad que aporta Michael Fassbender con dos personajes tan contrarios como complementarios. Sin embargo el film claramente huye de ese componente filosófico (aunque no lo pueda evitar del todo por sus antecedentes) y se vuelca en la acción y en el terror, y es ahí donde está el mayor de sus fracasos, y es que pese a la ya demostrada maestría de Scott tras la cámara, en esta ocasión es incapaz de lograr rescatar una sola escena que vaya a permanecer en el imaginario colectivo de la saga del xenomorfo.
La acción está rodada de modo rutinario y casi perezosa, al igual que el inevitable chorreo de muertes de los protagonistas, con mucho gore pero muy poco talento.



Si algo se ha demostrado a lo largo de los años es que Ridley Scott es un extraordinario director que depende enormemente del guión que se le entregue y en esta ocasión su material de trabajo es un auténtico desastre. 

De la obra maestra repleta de tensión y terror nos trasladamos a un slasher de baratillo en el que simplemente se busca un buen salpicon de sangre, de la criatura perversamente inteligente y diabólica pasamos al monstruo de la semana que da saltos y cabezazos, la lectura filosófica del ser humano y como este traslada sus defectos e imperfecciones a sus creaciones se olvida aquí de un plumazo porque no queremos aburrir al personal. 

Todo lo que apuntaba Prometheus queda aquí olvidado, todo lo que hizo mítica a Alien está aquí prostituido. Alien: Covenant no solo es una mala continuación y peor precuela, si no que pone el rumbo de esta nueva saga en un hoyo tan hondo como el que supuso esas aberraciones llamadas Alien vs Predator, probablemente lo mejor sea olvidarla y pensar que no existe como ya hicimos con aquellas.

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