sábado, 29 de julio de 2017

Spiderman Homecoming

Spiderman Homecoming

Director: Jon Watts

Actores: Tom Holland, Michael Keaton, Zendaya, Jacob Batalon, Marisa Tomei, Robert Downey Jr, Jon Favreu

Guión: Jonathan Goldstein, John Francis Daley, Jon Watts, Christopher Ford, Chris McKenna, Erik Sommers

Productores: Kevin Feige, Amy Pascal,

Montaje: Debbie Berman, Dan Lebental

Fotografía: Salvatore Totino

Música: Michael Giacchino

Producción: Colombia Pictures, Marvel Studios, Pascal Pictures


Más allá de las filias y de las fobias hay algo que no se puede negar a Marvel y es su inteligencia y buen ojo comercial en sus proyectos desde el comienzo del MCU, pero no por estar acostumbrados hay que dejar de reconocer lo bien jugada que ha estado su apuesta de recuperar a Spiderman.

Y es que estando completamente enmarcada dentro del universo Vengadores, Spiderman Homecoming consigue encontrar un tono que la diferencia por completo del resto del MCU, evitando el posible agotamiento por el tercer reinicio de Spidey y apostando además por un nicho de público más juvenil si tal y como parece Infinity Wars se va a poner más oscura.


Las similitudes con el cine adolescente ochentero son innumerables y es imposible no pensar en John Hughes con homenaje incluido a Todo en un día. Esos momentos de comedia teen con humor blanco para toda la familia son los más brillantes de un Jon Watts, bastante más torpe para las secuencias de acción, especialmente una batalla final completamente confusa y mareante.



El guión se vuelca en presentarnos a su protagonista (de manera excelente) sin prestar demasiada atención al resto de personajes, algo que Michael Keaton (por puro talento) y Robert Downey Jr (tiene tan dominado el personaje que no le hace falta nada más) consiguen sortear pero que si exceptuamos a Ned (que no pasa de alivio cómico) deja al resto de secundarios de nuevo en la casilla cero de cara a las siguientes entregas, algo sangrante en el caso de una Tía May excesivamente desdibujada más allá del chiste facilón sobre su físico.

Spiderman Homecoming abraza desde el comienzo su marcado tono juvenil y no pretende más que ser una aventura de aire desenfadado que sirva como presentación para el "nuevo" personaje. En la balanza positiva se sitúa un Tom Holland prácticamente perfecto en su doble papel como un Spiderman novato, patoso e irresponsable y un Peter Parker, que vuelve a ser un pringado como ha sido toda la vida en los cómics. Su clara apuesta por la comedia hace que el film fluya con facilidad en sus más de dos horas de duración.
Pero a la vez esa excesiva ligereza es uno de sus mayores puntos flacos y es que al final es difícil evitar la sensación de que hemos visto una aventurilla sin más que no va a dejar demasiado poso en nuestra memoria más allá de traernos un nuevo superheroe para incorporar al universo Marvel.



Dicho esto, ¿Spiderman Homecoming cumple su objetivo?, un rotundo y sonoro si, y es que es endiabladamente entretenida, puede tener sus fallos, que los tienes y no poco disimulados, pero consigue conquistar a una nueva generación (os aseguro que la chavalada, a la que tristemente ya no pertenezco, salía entusiasmada) y logra el difícil objetivo de hacer interesante un personaje que ya ha tenido tres versiones y seis películas en apenas 15 años. Definitivamente son listos estos cabrones de Marvel si.

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