domingo, 8 de octubre de 2017

Sitges 2017: Día 3

El sueño comienza a ser atroz, no lo voy a negar y estamos solo en el tercer día, algo está saliendo mal aquí, a cambio hoy ha habido suerte en la batalla de los pases de prensa de las siete de la mañana. Sobre ese tema y como todos los años está habiendo cierta polémica a través de Twitter y en los comentarios con la gente entre sesión y sesión. El hecho de que no existan pases de prensa como tal y las pocas entradas que se conceden a los medios hace que muchos compañeros no puedan asistir a las sesiones, la polémica ha llegado a tal punto que el propio festival ha mandado un mail a prensa para informarnos de errores informáticos a la hora de hacer la reserva, esperemos que a partir de ahora se solucione.
La primera película del día era Musa, el esperado regreso de Jaume Balaguero, y es que todos queríamos pensar que lo de REC 4 era un bajón y volvía el Balaguero de Mientras Duermes, menuda decepción nos esperaba a los que pensábamos así.
Para empezar, es cierto que cuando te basas en una obra literaria al trasladarla al cine hay que realizar ciertos cambios, pero es que en ésta ocasión más que adaptar La dama número trece de José Carlos Somoza (que por cierto tiene cameo) simplemente se han inspirado en ella levemente, porque el film ya no solo cambia el género del terror al thriller si no que pierde toda la esencia y encanto de la obra adaptada para convertirse en un film genérico, intrascendente y soporífero.
Más allá del respeto al original o no, Musa se encuentra con unos actores fríos y carentes de emociones y una pequeña trama que ni intriga ni entretiene en su desarrollo, es cierto que está bien filmada, porque eso no se lo va a negar nadie a Balaguero y desde un estilo más bien clasicista en esta ocasión demuestra que domina el género, pero cuando no tienes prácticamente nada con lo que trabajar es difícil destacarlo.
Al final queda la impresión de que Balaguero se ha marcado sus propios crímenes de oxford, un intento de conquistar el mercado internacional que le ha salido peor que sus historias más locales, esperemos que retorne de nuevo a la buena senda.


Poco después llegaba Guillermo Del Toro, el padrino de esta edición, rebosando carisma y junto a Dario Argento para presentar la copia restaurada y en 4K de Suspiria. Ver a Del Toro emocionado abrazando y levantando en vilo a uno de sus maestros y pidiendo a la platea que le siguiera al grito de ¡Forza Argento Cabrones! ya casi valía por sí solo el precio de la entrada.

Pero es que además hemos podido disfrutar en la maravillosa pantalla del Auditori de una joya como Suspiria, y de nuevo nos hemos sumergido en esa fábula pesadillesca donde lo onírico y lo lisérgico se unen en un infinito increscendo al son de la irrepetible música de Goblins y con una de las utilizaciones más brillantes y perfectas del uso del color (impresionante por cierto como recupera y acentúa la paleta de colores esta versión 4K), la luz y los decorados para narrar una historia.

Por si esto fuera poco después hemos gozado y aprendido con el Question and Answers, donde Del Toro ha mostrado una vez más su adoración por Argento y este ha explicado detalles del film como que su concepción se debe a un sueño que tuvo y le llevo a pensar en crear una película como un volcán que continuamente se está calentando sin descanso hasta su erupción final. Para completar hemos tenido a Argento soltando las verdades del barquero sobre ese cine de terror actual en que parece que todo tiene que tener un giro sorpresa o todo hay que explicarlo, citando el remake de La Momia como ejemplo de película horrible de la actualidad (algo que muchos pensamos) y a Del Toro renegando de los remakes y pidiendo que no se haga de ninguna de sus películas, así que, no se puede pedir más.

La sesión doble continuaba con la proyección de La Cumbre Escarlata que me he saltado porque particularmente me parece la película más floja de Del Toro.


Ya os he contado lo del sueño en estos festivales, también lo de los despistes, bueno pues sumemos las dos cosas y tendremos la solución de por qué se me ha ido la olla con la hora de The Cured y no he llegado la sesión, pero bueno eso ha dejado oportunidad de disfrutar de las playas y el pueblo de Sitges. Viendo las reacciones al film creo que tampoco ha sido una gran pérdida.



Seguimos hablando de sueño, porque con Love and Other Cults es una de esos casos que se dan en los festivales de película que te está interesando mucho pero donde Morfeo te empieza a vencer y más de una cabezada te estropea la experiencia. Me apunto la película de nuevo en casa porque su aspecto de cine independiente y la mezcla de drama con comedia para definir a una juventud japonesa de clase media que no encuentra su lugar en el mundo parecía de lo más interesante. Poco más puedo decir sobre ella al margen de que es complicadita de seguir y más si tienes sueño.


Y para finalizar el día una gratisima sorpresa y es que por fin una película en Sitges que me acojona. The Ritual irremediablemente nos recuerda a The Blair Witch Project eso no se puede negar porque de nuevo estamos en una de esas películas en la que un grupo de amigos se mete en un bosque y acaba metiéndose en un lío. Pero por suerte en esta ocasión nos encontramos con un director que sabe jugar con los ingredientes que tiene, utilizando el sonido y la naturaleza para crear un ambiente opresivo que cada vez va asfixiando más al espectador, a esto hay que unirle unos actores que están muy bien, especialmente un excelente Rafe Spall y un ritmo perfectamente medido que hace que cada fase de la película esté perfectamente medida y su cambio de tercio final sorprenda y nunca llegue a cansar. Una película muy recomendable para los amantes del terror que se cuela por méritos propios entre los grandes nombres del Mumblegore de los últimos años.


No hay comentarios:

Publicar un comentario