domingo, 17 de diciembre de 2017

Star Wars: Los últimos Jedi

Star Wars: Los últimos Jedi. Título oríginal: Star Wars: The Last Jedi

Director: Rian Johnson

Actores: Daisy Ridley, Adam Driver, John Boyega, Carrie Fisher, Oscar Isaac, Benicio del Toro, Mark Hamill, Kelly Marie Tran, Laura Dern

Guión: Rian Johnson

Productores: JJ Abrams, Kathleen Kennedy, Ram Bergman

Montaje: Bob Ducsay

Fotografía: Steve Yedlin

Música: John Williams

Producción: Lucasfilm, Walt Disney Pictures, Ram Bergman Productions


Suena la fanfarria de John Williams, aparece la ya famosa leyenda de "Hace mucho tiempo, en una galaxia muy muy lejana" y un texto introductorio empieza a desfilar de manera oblicua en la pantalla. Y mientras el espectador nota como se le aceleran las pulsaciones, un pequeño cosquilleo y el vello se eriza cual sentido arácnido. Star Wars es historia del cine le pese a quién le pese.

Pero ojo que no está todo ganado con eso, es difícil olvidar el desastre de la trilogía precuela, el sopor que produjo Rogue One o incluso la controversia que se produjo con El despertar de la fuerza (la cual voy apreciando cada vez más con el paso del tiempo pese a mis reservas iniciales) y sin embargo creo que Los últimos Jedi inscribe su nombre directamente en la historia de Star Wars como uno de los mejores episodios de la saga.

Rian Johnson ha demostrado una enorme valentía al realizar uno de los capítulos más sorprendentes y rupturistas de la saga, así como El Imperio Contraataca sorprendió a todos en su día con su carácter oscuro y pesimista, Los últimos Jedi se atreve a dar una vuelta de tuerca a toda la mitología warsie, a romper sus convencionalismos y a explorar nuevos horizontes. En una saga en la que la lucha del bien contra el mal y el viaje del héroe eran los temas principales nunca hemos visto tantos grises como en este film. El bien y el mal, la luz y la oscuridad nunca estuvieron tan cerca como en esta ocasión.



El despertar de la fuerza fue un notable ejercicio de nostalgia, pero también sirvió para introducir a una nueva generación de héroes, su presentación y la relación que se establecía entre ellos fue sin duda lo más destacado del Episodio VII, es por ello que Johnson aprovecha el trabajo ya realizado y nos mete directamente en la acción atreviéndose a separar a los personajes y estableciendo nuevas dinámicas entre ellos. 

Esto da lugar a que tanto personajes como interpretes crezcan de manera abrumadora. Daisy Ridley es el alma de esta nueva trilogía, la heroína inesperada, llena de miedos y de dudas, su ambivalente relación con Luke y Kylo son el perfecto resumen de esta nueva entrega. Adam Driver vuelve a merendarse la película con su interpretación como ya hizo en el episodio anterior, su villano inmaduro, imperfecto, lleno de grietas y errores no para de crecer en esta saga y promete un final apasionante. Poe Dameron quizás sea el personaje con mayor evolución en esta entrega, de carismático piloto a futuro líder. Tal vez sea John Boyega el que quede más en un segundo plano, por su propia historia, y por estar al lado de la auténtica revelación del film, la magnífica Kelly Marie Tran, encarnación de una visión más inocente y soñadora de la resistencia más propia de la trilogía original, que no hace si no acentuar más el cambio de tono del film frente a todo lo que ya conocíamos.

Entre los veteranos Carrie Fisher continúa siendo la representación de la esperanza pero es Mark Hamill el otro personaje que se lleva la película de calle, con un Luke Skywalker lleno de matices en una evolución que (pese a no haber gustado al propio interprete como ya ha manifestado) creo que el personaje necesitaba a gritos.



Además de la maestría y valentía de Rian Johnson al guión y dirección hay que destacar la soberbia fotografía de Steve Yedlin. La unión de ambos artistas en estado de gracia hace que esta película nos vaya a dejar innumerables escenas para el recuerdo como la batalla en el planeta de sal, el vuelo de la vicealmirante Holdo, la pelea en la cámara de Snoke o la visión de Rey en la cueva de Ahch-To entre otras, momentos que entran directamente en la historia de Star Wars.

Los últimos Jedi alcanza nuevas cotas dentro de la saga galáctica, y como toda película que rompe con lo establecido va a levantar odios y pasiones a partes iguales, entiendo que haya quién se salga de la película con los saltos de fe que esta te pide en un par de ocasiones (y no los voy a comentar pero todos los que la habéis visto sabéis cuales son) o con su humor (a pesar de que sea algo que siempre existió en la trilogía original antes de que las precuelas quisieran dotar a la saga de una falsa oscuridad), también sé que habrá fans enfadados por el nuevo rumbo que se ha dado a la historia y alguno de sus personajes o con la ruptura de cierta parte de su mitología.

Sin embargo creo que Los últimos Jedi consigue algo que parecía casi imposible, satisfacer de igual modo al niño que llevamos dentro y quería una nueva aventura galáctica, y al adulto que necesitaba que esta entrega fuera más allá, que los personajes y las situaciones crecieran en busca de nuevos horizontes narrativos. He disfrutado, me he reído, he sufrido y me he emocionado, he recordado porque amo esta saga y porque la considero historia del cine y de mi experiencia vital cinematográfica, a mi no me hace falta más, bueno si, me hace falta volver a verla una y otra vez como sé que haré.

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