sábado, 17 de febrero de 2018

Black Panther

Black Panther

Director: Ryan Coogler

Actores: Chadwick Boseman, Michael B Jordan, Lupita Nyong'o, Danai Gurira, Martin Freeman, Daniel Kaluuya, Letitia Wright, Winston Duke, Sterling K Brown, Angela Basset, Forest Whitaker, Andy Serkis

Guión: Ryan Coogler, Joe Robert Cole

Productores: Kevin Feige, Louis D'Esposito, David J Grant, Stan Lee

Montaje: Debbie Berman, Michael P Shawver

Fotografía: Rachel Morrison

Música: Ludwig Göransson

Producción: Marvel Studios, Walt Disney Pictures


Si algo hay que valorar de Marvel, es su capacidad para mantener la expectación del espectador ante cada uno de sus estrenos, y es que más allá de las a veces fundadas críticas contra el molde MCU aplicado a muchas de sus películas, la fábrica de las ideas consigue sorprendernos cada cierto tiempo dando una lección de como se debe hacer un blockbuster. Black Panther es un nuevo ejemplo de ello.

Black Panther destaca sobre la última hornada de películas individuales de nuevos héroes de Marvel por varios motivos, el primero es saber trascender el género y construir una historia con más matices y géneros que el puramente superheroico. El film sin abandonar la típica historia del camino del héroe con nacimiento, caída y resurgimiento incluida, se atreve a abordar otros temas: En primer lugar una trama de intriga palaciega y sucesoria digna de tragedia griega, en la que aprovecha las singularidades de Wakanda. Así la rivalidad por el poder entre T'Challa y Killmonger nos sirven para conocer las tradiciones, ritos, tribus y culturas del país. Momentos en los que la estupenda dirección artística, con unos vestuarios cargados de color y la banda sonora cargada de ritmos africanos nos hacen sentirnos viajar hacia el imaginario país.


Dentro de su diversidad argumental hay tiempo también para la crítica social y racial, algo absolutamente necesario al tratarse de la primera película de un superheroe negro en este MCU. El film nos deja también unas vibrantes escenas en Busan al más puro estilo agente secreto que nos permiten aventurar un posible y más que apetecible futuro Bondiano de nuestro superheroe.

Además de su riqueza argumental, Black Panther consigue solucionar el principal error que se le achacaba a las películas Marvel, y es que por fin nos encontramos con un villano a la altura, con motivaciones y discurso propio. Michael B Jordan consigue que Erik Killmonger sea un personaje al que entendemos más allá de su maldad y que incluso plantea dudas y debates tanto en el espectador como en el protagonista. El contrapunto con Andy Serkis como villano histriónico, provocador y demente enriquece enormemente a ambos (se echa de menos más tiempo en pantalla de Ulysses Klaue). 
Dentro del apartado interpretativo no se puede obviar tampoco una galería de secundarios que brilla con luz propia, desde la imponente guerrera Okoye, a la simpática hermana de nuestro protagonista, pasando por veteranos como Angela Basset o Forest Whitaker que nos introducen en las costumbres de la cultura wakandesa o personajes que nos muestran la diversidad tribal del país como W'Kabi (Daniel Kaluuya) o M'Baku (Winston Duke).


La misma Wakanda se convierte en el último elemento clave y diferenciador. Su extraña mezcla de costumbres y tecnología y su riqueza cultural y tribal la convierten en un escenario tan importante en esta entrega como atrayente para seguir explorando en diversos films.

La unión de todos estos factores hacen que Black Panther se convierta en una película tan entretenida como emocionante. Con excelentes escenas de acción y una trama que nos mantiene enganchado a la pantalla por completo. Una muestra más de como crear un blockbuster consiguiendo que el espectador consiga olvidar sus defectos (se echa de menos algo más de carisma por parte de T'Challa y el CGI en un par de escenas canta de lo lindo) para abandonarse al disfrute y la diversión.

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