lunes, 19 de octubre de 2015

Sitges 2015: Día 10: Maratones

Que no, que Sitges 2015 todavía no se había acabado, aunque el cierre oficial se echa el Sábado con el palmarés oficial y la Gala de clausura, aún quedaba mucho cine por delante, esa misma noche incluso para los que se quedaron a las maratones nocturnas (los auténticos héroes del festival, también reconocibles por llevar una lata de Monster/Burn/Red Bull siempre pegada a la mano) y para el auténtico último día las maratones matutinas y de tarde en todas las sedes del festival.

Aunque éste año había decidido no empalmar maratón matinee y maratón de tarde, porque ya descubrí el año pasado que es una auténtica locura, no quería dejar pasar la mañana sin saciar mi hambre de zombi cinéfilo que he alimentado durante ésta semana, y para eso nada mejor que mi adorado Brigadoon.

Y en verdad me alegro de la decisión, porque Kung Fu Jungle ha sido una gratísima sorpresa, la mejor película de artes marciales que hemos visto en éste festival y digna de haber figurado en alguna sección oficial. Ésta especie de Seven versión Kung Fu utiliza como excusa argumental el asesinato de los mejores maestros de cada disciplina del Kung Fu, para atraparlo la policía necesitará la ayuda de un preso experto en éste arte marcial. Pero como digo el guión no es más que un pretexto para ir de una pelea a otra, y ahí está el punto fuerte del film, las espectaculares coreografías que nos ofrecen cada una de éstas luchas. Especialmente indicada para los amantes de las películas de las artes marciales la disfrutarán también los aficionados a la acción.


Y pese a mucho renegar (uno es así) y es que éste año no me han gustado nada las elegidas para los maratones, acabe picando de nuevo y comprando entrada para el maratón de Tramuntana, básicamente porque era en el que más novedades respecto a la semana podía ver, solo se me repetía el bodrio de Frankenstein. Como curiosidad decir que la sala estaba prácticamente vacía, diría que casi ni una décima parte de su capacidad, y por nivel de películas no creo porque había títulos interesantes, sinceramente creo que ésta sala no ha calado entre los aficionados.

Entrando en materia lo primero que hemos visto ha sido The Visit, un documental que plantea la duda de como actuaríamos si se produjera un contacto con vida alienígena, el tema abordado es interesante y lo realiza desde múltiples puntos de vista, político, sanitario o incluso legal, lo que conforma un crisol de opiniones interesantes sobre el tema, sin embargo la excesiva sobriedad que inunda todo el documental hace que en ningún caso llegue a apasionarnos en demasía, todo es demasiado frío y teórico, otro punto es el de si es adecuado éste tipo de film para un maratón de fin de fiesta en Sitges, sinceramente yo creo que no, aún así el documental como tal quizás pueda interesar a los amantes de los temas extraterrestres, al resto creo que no.


Después pudimos ver la alemana Der Nachtmahr, que me temo que ha pasado bastante desapercibida en el festival ya que solo se ha proyectado en maratones nocturnos y en el de hoy, y digo me temo porque me parece un film de lo más interesante.
Tina, comienza a tener pesadillas después de una fiesta en la que ve una extraña figura entre los matorrales, éste engendro empeñado en seguirle a todas partes y que parece que nadie más puede ver ésta más relacionado con ella de lo que imagina.
Con un estilo visual muy marcado AKIZ compone una clara metáfora del paso de la adolescencia a la madurez con una mezcla tan curiosa de imágenes como de estilos, de las drogas, las raves y los engendros a las influencias de Lynch, el primer Cronenberg o incluso E.T, ésta Der Nachtmahr es tan extraña como cautivadora, si sois de los que os gusta arriesgar con todo tipo de cine sin duda le deberíais dar una oportunidad.


Tales of Halloween era la siguiente en aparecer en pantalla, a modo de típica antología de terror, once directores, con nombres tan destacados como los de Darren Lynn Bousman o Neil Marshall se unen para realizar un film compuesto por pequeñas historias con el nexo común de la noche de Halloween y pequeñas conexiones entre ellas para situarnos la acción en un mismo barrio. Como casi siempre ocurre en éste tipo de antologías, el nivel es irregular, con algunas historias más acertadas que otras pero el tono general del film es el de ese terror cachondo y macarra ochentero que siempre es muy de agradecer, vamos para echar un ratejo divertido sin más pretensiones.


Aunque con una temática "similar", el de la antología de historias de terror, se podría decir que Southbound es la cara opuesta a la anterior, mucho más sórdida y oscura, la película sigue a los viajeros que transitan una carretera de pesadilla en la que nunca querrías encontrarte y donde sus peores miedos salen a la luz.
Hilados en una estructura circular de forma brillante en la que cada historia está interconectada con algún otra y tiene importancia en su desarrollo Southbound sorprende por la calidad de todos y cada uno de sus segmentos y la habilidad con la que los va uniendo, añadiendo un continuo in crescendo en la tensión que desemboca en un climax tan impactante como lógico. En mi opinión es la mejor antología de éste tipo que se ha hecho en los últimos años y una película que se va directa al cajón de imprescindibles de éste Sitges 2015.


Y que buen sabor de boca se me hubiera quedado si me hubiera ido a casa en ese momento, pero no, tuve que decidir quedarme y llegó el desastre, en primer lugar porque no fuí capaz de dormirme en Frankenstein (reconozco que era mi intención) y tuve que sufrirla de nuevo para confirmarme en mi opinión de lo horrenda que es y descubrir que además de todo lo ya dicho me molesta especialmente la horrorosa actuación de su protagonista y esa horrible voz en off que nos lo explica todo como si fuéramos tontos, un desastre vamos.

Pero cuando piensas que nada puede ir peor te sorprendes, sobre Jeruzalem puedo decir como aspecto positivo que tiene un diseño de sus criaturas interesante y que parte de una premisa argumental curiosa según la cual la ciudad de Jerusalen es una puerta al infierno que se abre cada cierto tiempo. A partir de ahí todo lo que puedo decir sobre la película son improperios, empezando por la dichosa cámara en mano, ésta vez bajo la excusa de unas Google Glass, bueno llamemosle Smart Glass para no pagar copyright que funcionan o dejan de hacerlo según conviene y nos obligan a seguir toda la acción con una cámara temblorosa y mareante en un estilo que ya empieza a hartarme mucho, y quizás sea mucho decir lo de acción, porque nos encontramos ante otro caso de 2/3 de metraje donde no sucede nada y luego un ratito de carreras y gritos que se basan en los peores cliches del cine de terror, personajes absolutamente subnormales que toman las peores decisiones posibles, situaciones completamente absurdas imposibles de creer por nadie con dos dedos de frente, protagonista chillona e insoportable, sustos basados en subidas de música y primer plano del monstruo por sorpresa, y momentos de absoluta vergüenza ajena que ha hecho que muchos se llevaran las manos a la cabeza en la sala.
¿No os ha pasado alguna vez que una película es tan mala que os cabrea y os dan ganas de gritar vaya puta mierda?, pues ésto ha pasado con Jeruzalem, la peor película del festival sin duda y una auténtica aberración, vamos ni a mi peor enemigo se la recomiendo.


Si pensabais que os librabais ya de mi con Sitges 2015 estáis equivocados porque aún queda un post así en plan resumencito con lo mejor y lo peor del festival que yo creo que es algo que siempre ayuda.

Otras entradas del festival:

- Día 1
- Día 2
- Día 3
- Día 4
- Día 5
- Día 6
- Día 7
- Día 8
- Día 9

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