viernes, 16 de octubre de 2015

Sitges 2015: Las mañanas: Día 7

Siete días ya, una semana entera viendo películas, si hasta hemos visto como ha cambiado el tiempo, porque vaya frío hemos soportado ésta mañana. Es fácil identificar a los que llevamos aquí desde el primer día, ojeras, continuos movimientos en la butaca buscando la posición que te mantenga despierto y distintas variedades de cafeína y estimulantes (líquidos y legales eh, bueno o no, allá cada uno) entre nuestro kit de cada día. A pesar de todo da pena ver que se acerca el final, y más tras la pequeña decepción que han supuesto los maratones del último día, no se a que criterios obedecerá ésta selección pero no veo casi ninguna de las películas más comentadas entre las elegidas.

Y la apuesta inicial del día de hoy era fuerte, ya que los más madrugadores se enfrentaban a un plano secuencia de casi dos horas y veinte minutos, ante semejante odisea pensábamos que ibamos a ser pocos los valientes y sin embargo nos ha sorprendido la cola más larga (chistes de Love 3D van aquí por favor) de las sesiones matinales de todos éstos días.
Victora es una joven inmigrante española que se encuentra sola en Alemania, durante una noche de fiesta conoce a un grupo de jóvenes que le enseñarán la verdadera esencia de Berlín y la meterán en más de un problema.
Y lo primero que podemos pensar es que la enorme virguería técnica que supone el continuo plano secuencia es simplemente una sacada de chorra de Sebastian Schipper para mostrar su habilidad, y no, pese a asombrarnos por la locura que tiene que haber supuesto la planificación de éste proyecto como una obra de teatro que atraviesa distintos escenarios y situaciones a distintas horas del día (con la locura que tiene que haber sido eso para iluminación y sonido), nos encontramos con que el método de narración elegido nos da una enorme sensación de verosimilitud a lo que estamos viendo. Durante casi dos horas y media acompañamos de tal manera a Victoria que nos metemos en su piel, nos fundimos con ella en uno solo y dejamos de ser meros espectadores para convertirnos en protagonistas, tal es la capacidad de empatía que logra el film, y esto se consigue también gracias a la perfecta labor de personajes con una Laia Costa que huele a premio de lejos y un grupo de amigos que dotan de tanta naturalidad a su relación de familia, de camaradería que pareciera que los han sacado de la misma calle. Si a eso le unimos un guión mucho más trabajado de lo que parece que siempre justifica las acciones de nuestros protagonistas nos encontramos con un film realmente arrebatador que comienza siendo un Linklater pasado por un grado etílico, para convertirse en un Tarantino de sus inicios y acabar siendo un Bonny and Clyde de nuestros tiempos.
Una absoluta gozada que me ha mantenido completamente enganchado a la pantalla durante todo su metraje.


Tras salir maravillados ante semejante joya era dificil que algo pudiera estar a su altura, pero había que cambiar el chip para ver Demon, la obra postuma de Marcin Wroma, reinterpretando el mito judío del Dybbuk, vamos el típico espíritu maligno que posee a alguien con la intención de arreglar cuentas con su pasado para entendernos entre nosotros. En éste caso después de que una joven pareja descubra un esqueleto en los terrenos que el padre de la novia les cede como regalo de boda.
Tras ésto nos encontramos a una cinta que no sabe muy bien donde colocarse, en el terror por supuesto que no, porque los actos de éste espíritu son más bien bastante inocentones, tal vez en la comedía donde tiene algunos golpes afortunados, aunque la mayoría de ellos tirando de clichés sobre el gusto de los polacos por el alcohol en sus bodas, o quizás pretenda ser un thriller por su giro final que pretende asombrar al espectador, en cualquier caso fracasa en cualquiera de éstos géneros resultando una película tan mediocre como intrascendente.


En Schneider vs Bax un asesino profesional recibe un encargo en el día de su cumpleaños, matar a un extraño escritor que vive en una solitaria casa en medio de la ciénaga, pronto el encargo se llenará de obstáculos, como la visita de la hija del objetivo y unos cuantos personajes que se cruzarán en su camino.
Puedo decir que Schneider vs Bax es una de las películas con el humor más surrealista que he visto en los último tiempos, un escritor adicto a toda clase de drogas y con una de las familias más disfuncionales que se ha visto en el cine, equívocos dignos de una película de enredos con asesinatos de por medio, mucho humor negro y situaciones tan extrañas y absurdas que te dejan con la boca abierta, por si alguno ya lo ha pensado, si, tiene momentos que recuerda a los Coen pero con un toque muy europeo. Si no entras en su juego entiendo que debe de ser inaguantable, a mi por suerte me ha atrapado desde el primer momento y no he parado de reír durante toda la película.


Y para acabar la mañana tocaba Parasyte, otro live action de un manga japonés, en éste caso y como su titulo indica, unos extraños parasitos comienzan a salir del mar y a meterse en los cerebros de los humanos, tomando el control de su cuerpo, el joven Shinichi consigue evitar que el parásito entre en su cabeza pero finalmente se instala en su brazo, obligándoles a compartir un mismo cuerpo.
Si algo se puede decir de Parasyte es que es directa y va al grano, no hay tiempo para presentaciones ni explicaciones, todo se va desarrollando según avanza la acción y ahí es cuando mejor funciona el film, cuando es más dinámico, cuando se ralentiza un poco y se centra en Shinichi y Migui la película pierde bastante de su atractivo, por suerte eso sucede poco, sin ser ninguna maravilla no le podemos negar que es espectacular y entretiene, no se si tanto como para tener que aguantar ésta manía de dividir todas las adaptaciones de anime en dos partes, pero desde luego es difícil que aburra, a mi desde luego me ha dejado con ganas de saber como acaba la historia, aunque tal vez mejor a través del manga o el anime.


Por la tarde sesión de nuevo en Brigadoon y de nuevo con cortometrajes, dos cosas que ya sabéis que defiendo, ésta vez y bajo el sugerente título de La reencarnación de la ciencia ficción se nos presentaban cuatro cortos de Juan Bodi con tan sugerentes temas como experimentos fallidos, monstruos venidos del fondo del mar o vampiras galácticas. El propio director ya avisaba desde el principio que los medios técnicos y económicos son los que son, así que a nadie nos ha sorprendido ver mucha gomaespuma y after effect en unos cortos divertidos y sugerente que una vez más han demostrado que la falta de medios se puede suplir con el amor por el género, a mi desde luego me han hecho pasar un muy buen rato.


Mañana espero volver a gozar del maestro Miike con otra de sus marcianadas que mezcla vampiros y yakuza en Yakuza Apocalypse, después parece que toca un poco de cine contemplativo con Journey to the Shore que pondrá a prueba el sueño de más de uno, The Survivalist promete violencia postapocalíptica y todavía hay que pensar si le damos una oportunidad a la segunda parte de Parasyte o hay un pequeño descanso antes de una tarde dedicada a las series con el maratón de Humans en Tramuntana y una nueva historia para no dormir si las piernas responden para llegar a Brigadoon.

Recordad que en twitter tenéis información más actualizada de lo que sucede en el festival @tododesdemisofa

Otras entradas del festival:

- Día 1
- Día 2
- Día 3
- Día 4
- Día 5
- Día 6

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