martes, 2 de febrero de 2016

Creed. La leyenda de Rocky

Creed. La leyenda de Rocky. Título original: Creed

Director: Ryan Coogler

Actores: Michael B Jordan, Sylvester Stallone, Tessa Thompson, Phylicia Rashad, Andre Ward, Tony Bellew

Guión: Ryan Coogler, Aaron Covington

Productores: Robert Chartoff, William Chartoff, Sylvester Stallone, Kevin King Templeton, Charles Winkler, David Winkler, Irwin Winkler

Montaje: Claudia Castello, Michael P Shawver

Fotografía: Maryse Alberti

Música: Ludwig Göransson

Producción: Metro Goldwyn Mayer, Warner Bros, New Line Cinema, Chartoff Winkler Productions

Hace ya 40 años Rocky consiguió dar una oportunidad a Sylvester Stallone en el mundo del cine, tras mucho luchar, el actor italiano, autor también del guión de la película, consiguió colocarla en la industria y su éxito fue tal que acabó convirtiéndose en la ganadora de los Oscar a mejor película y director para John G Avildsen, el actor italiano a su vez fue nominado como actor y guionista del film.
Cuatro décadas después y después de que la que parecía última entrega de la saga del boxeador de Philadelphia (Rocky Balboa) le sacará del agujero negro en que se había convertido su carrera, Creed da otra vuelta de tuerca más a la historia de Stallone y lo convierte en firme candidato a ganar un Oscar, algo que para muchos hubiera resultado impensable hace tan solo unos meses.

Si ha habido dos elementos claves para definir cinematograficamente 2015, por un lado podríamos nombrar la nostalgia, algo que ya llevamos arrastrando desde hace unos cuantos años, con el regreso constante a sagas y películas de éxito de décadas pasadas, pero sobre todo éste ha sido el año de los remakes encubiertos, sucedió con Jurassic World, también con Star Wars: El Despertar de la Fuerza y ha vuelto a pasar con Creed.

Es curioso como partiendo de las mismas bases Ryan Coogler busca un reinicio contando la misma historia desde el punto de vista totalmente contrario. Donde antes teníamos a un pobre desgraciado que necesitaba el boxeo para sobrevivir ahora tenemos a un chico que ha tenido todo en la vida pero es incapaz de vivir sin el boxeo, dos orígenes muy distintos pero un similar objetivo final, ganarse la vida y un nombre para uno, hacerse merecedor del apellido que ya tiene para el otro.




Y todo ello con una pieza clave que hace que ambas sagas, la inicial de Rocky y la que se pueda formar con Creed formen parte de un mismo universo, la figura del propio potro italiano, un Sylvester Stallone que se come la pantalla cada vez que aparece, desprende humanidad, carisma y ternura, mantiene una extraordinaria química con Michael B Jordan y es capaz de sostener la tensión dramática cuando la película así lo requiere, Rocky es un personaje que domina y tiene tan interiorizado que sale de él sin ninguna dificultad, pero ésta vez ha sido capaz de llevarlo a un nivel superior tal que incluso puede hacer que por fin le llegue el reconocimiento como actor que tantos años lleva esperando.

Pero Creed va más allá del personaje de Stallone, y por supuesto tiene muchas virtudes, una dirección enérgica y potente de Ryan Coogler que más allá de los espectaculares combates (maravilloso el plano secuencia de uno de ellos) consigue dotar al film de dinamismo pese a que repite básicamente la misma estructura de la película que dio comienzo a la saga. Michael B Jordan responde a la perfección tanto a nivel físico, totalmente creíble en los combates, como a nivel emocional, desarrollando una interesante lucha interior y formando una gran pareja con Stallone en quién encuentra ese mentor que su personaje nunca tuvo.



Sin embargo Creed insiste tanto en mantener ese continuo homenaje a sus orígenes que llega el momento de la inevitable comparación y ahí es donde el film se va contra las cuerdas amenazando con tambalearse, porque la propia naturaleza de su protagonista impide la capacidad de empatía que producía un perdedor nato como Rocky Balboa, porque pese al intento de buscar su propio estilo una carrera entre motos no llega a la suela de los zapatos al nivel de épica de ver a Rocky subiendo las escaleras o golpeando un trozo de carne, porque se echa en falta a gritos un rival con carisma para nuestro héroe, porque no posee una B.S.O como la de Bill Conti que vaya a quedar grabada en la memoria colectiva o porque a diferencia de lo que sucedía entre Rocky y Adrian, la historia de amor está tan cogida con pinzas que sobra completamente para lo que quiere contar el film, esa serie de factores que convirtieron al film original en mágico no se dan aquí, son pequeños detalles que no impiden su disfrute pero que tampoco se puede obviar que están ahí, la mayor fortaleza del film es a la vez su debilidad, porque sin duda en la comparación pierde.

Pero una vez superado ésto Creed cumple más que dignamente su doble función de homenaje y reinicio de la saga, sirviendo de unión entre los antiguos fans y los nuevos, una vez utilizada la baza de la nostalgia a partir de aquí tendrá que contar su propia historia y por lo visto hasta el momento material para ello tiene, veremos como afronta el próximo combate.

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