viernes, 12 de febrero de 2016

El Renacido

El Renacido. Título original: The Revenant

Director: Alejandro González Iñárritu

Actores: Leonardo DiCaprio, Tom Hardy, Will Poulter, Domhnall Gleeson, Forrest Goodluck

Guión: Mark L Smith, Alejandro González Iñárritu. Basado en una parte de la novela de Michael Punke

Productores: Steve Golin, Alejandro González Iñárritu, David Kanter, Arnon Milchan, Mary Parent, Keith Redmon, James W Skotchdopole

Montaje: Stephen Mirrione

Fotografía: Emmanuel Lubezki

Música: Carsten Nicolai y Ryuichi Sakamoto

Producción: Anonymous Content, Appian Way, Monarchy Enterprises, New Regency Pictures, RatPac Entertainment

Algunos directores requieren un pequeño descanso tras alcanzar el éxito, el esfuerzo que supone conseguir tocar techo suele dejarles exhaustos y se toman un tiempo de descanso o bien se centran en proyectos más pequeños, Alejandro González Iñárritu no es uno de esos directores. Cuando parecía que había alcanzado el cielo artístico con Birdman, Oscar a mejor película y director incluidos, el director mexicano se ha lanzado al más difícil todavía y es que si a algunos acusaban a su anterior trabajo por su excesivo artificio, con El Renacido Iñárritu se ha superado a sí mismo. Sin embargo bajo la presunta aparatosidad del plano secuencia de Birdman latía una historia y unos personajes, algo que aquí no ocurre.

El Renacido cuenta la historia (inspirada en hechos reales) de Hugh Glass, un explorador que tras ser mortalmente herido por un oso y ser abandonado por sus compañeros de cacería inicia un viaje épico de más de 300 kilómetros en busca de la supervivencia pero también de venganza contra John Fitzgerald, el hombre que le traiciono.

Los muchos aciertos y algún que otro error de The Revenant se podrían resumir facilmente en tres nombres: Emmanuel Lubezki, Leonardo DiCaprio y Alejandro González Iñárritu. Comenzando por el que a menudo suele ser más olvido, El Chivo Lubezki vuelve a demostrar la gloriosa etapa que vive en los últimos años, si bien ya poseía una carrera apreciable con títulos como Sleepy Hollow o Ali, la racha que encadena en la última década está al alcance de muy pocos en la historia, y no estoy exagerando, atención a la lista: El nuevo mundo, Hijos de los hombres, El árbol de la vida, To the Wonder, Gravity, Birdman o la misma El Renacido, si su historial no fuera suficiente en ésta ocasión se atreve a rodar unicamente con luz natural sin ningún tipo de ayuda artificial en las localizaciones exteriores (es decir, más del 90 por ciento de la película). Las imágenes conseguidas por Lubezki contiene tal belleza que es difícil encontrar alguna razón para que el mexicano no consiga el hito de conseguir tres Oscar consecutivos.

El segundo nombre propio es Leonardo DiCaprio, el actor estadounidense, eterno favorito a los Oscar y nunca ganador parece que por fin logrará su ansiado objetivo y es que su interpretación de Hugh Glass es absolutamente espeluznante, DiCaprio es el eje fundamental sobre el que pivota toda la película y si ésta llega a buen puerto es gracias a la capacidad del actor de fundirse con su personaje, Glass llora, sufre y el espectador no puede hacer otra cosa que encogerse de dolor o sentir su mismo frío tal es el grado de empatía que alcanza con el protagonista. Las cacareadas condiciones extremas del rodaje parece que surgen efecto sobre el propio DiCaprio porque todo en él parece tan real que en muchos momentos uno llega a preguntarse donde termina la ficción y comienza la realidad.


Y por último Alejandro González Iñárritu, donde todo comienza y acaba, el mexicano además de aprovechar la labor de Lubezki es capaz de crear secuencias totalmente antológicas como el ya famoso ataque del oso o la batalla inicial contra los indios, además de demostrar sus dotes de dirección de actores y es que en El Renacido absolutamente todos sus intérpretes están bien, desde el ya mencionado DiCaprio a un Tom Hardy que desde un segundo plano aprovecha cada instante que aparece en el film para construir un villano a la altura de la odisea de nuestro protagonista, también destacable es el trabajo de Domhnall Gleeson (menuda racha lleva también situándose en todos los grandes proyectos) y Will Poulter (atención porque éste chico promete mucho). Iñárritu como decíamos ha subido la apuesta y ha ganado, logrando lo que parecía imposible, superarse a sí mismo y consolidarse como el director más en forma de la actualidad.

Sin embargo y tras todos éstos halagos ¿se le puede echar algo en cara a El Renacido?. Si, se puede, y es que bajo su brillantez formal el film adolece de la profundidad narrativa que por ejemplo si tenía Birdman pero no es éste el defecto que particularmente más me molesta, si no el hecho de que Iñárritu se recree tanto en su apuesta que acaba siendo excesivo, el director mexicano se olvida de la máxima de que lo bueno si breve dos veces bueno y resulta en ocasiones demasiado omnipresente, dificultando el ritmo narrativo que ya de por si se ve lastrado por un reiterativo tono onírico que obtiene como resultado una duración excesiva para lo que la película nos quiere contar.


Lenta, densa, puede que quizás para algunos aburrida y perfecto ejemplo de la eterna batalla entre que debe prevalecer si la forma o el fondo, pero más allá de eso ver El Renacido es una auténtica experiencia que todo buen cinéfilo debería vivir por sí mismo para opinar. Prepárate a sufrir, a pasar frío, a luchar por tu supervivencia, prepárate a disfrutar con la fotografía de Lubezki, a olvidar que el que está en pantalla es Leonardo DiCaprio y solo ver a Hugh Glass, prepárate a que por tu mente no pare de pasar la pregunta de como demonios habrá conseguido rodar eso Iñárritu pero sobre todo no dejes pasar una de esas películas que si o si hay que ver en las mejores condiciones técnicas que puedas porque es un viaje ya no solo visual, si no incluso sensorial de los que no se olvidan.

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