martes, 20 de septiembre de 2016

San Sebastián Film Festival 2016: Día 4

Malas sensaciones para comenzar el cuarto día del Festival de San Sebastián, y no lo digo por el sueño que es algo a lo que te acabas acostumbrando, si no por la primera queja hacia la que hasta ahora era una organización modélica. No voy a decir que en algunos de los cientos de papeles que nos dan no figure la advertencia de que la prensa tiene que pedir invitaciones para los pases en Tabakalera, pero el hecho de que en un supuesto pase de "Solo Prensa e Industria", se llene con gente con entradas compradas y dejen a más de 20 personas de Prensa e Industria esperando fuera sin poder entrar no parece ser del todo lógico. Una pena porque había ganas de ver La región salvaje, pero otra vez será y había que improvisar de nuevo para cuadrar horarios.
Así que rumbo a Kursaal a por Lady Macbeth, película que en un principio no tenía entre mis prioridades, pero que, oye me venía bien de hora para encajar el resto del día, porque no nos engañemos, hoy el día estaba focalizado en llegar bien hasta Colossal, el nuevo film de Nacho Vigalondo.

Pero bueno, eso vendrá más tarde, estábamos hablando de Lady Macbeth la adaptación por parte del director William Oldroyd y el guionista Alice Birch de la novela "Lady Macbeth of the Mtsensk". Inglaterra, año 1865, la joven Katherine es vendida para casarse con Alexander y vivir en la casa del padre de éste, una residencia en el bosque en el que la joven vivirá toda la represión hacia la mujer de la época. El film adopta el habitual ritmo pausado del cine británico de época, pero logra llamar la atención del espectador en un principio gracias a su excelente fotografía y factura técnica en general. Si bien la historia posee una elevada intensidad dramática en el viaje de nuestra protagonista de mujer reprimida y maltratada, pasando por su liberación sexual hasta llegar a convertirse en una esclava de sus instintos más básicos, acaba aturdiendo un poco por los ajetreos emocionales de nuestra protagonista, excepcionalmente interpretada por Florence Pugh eso si, posiblemente la primera actriz que se sitúa en la parrilla de salida de las candidatas a lograr la Concha de Plata.
Teniendo en cuenta que iba con expectativas cero y apenas sin saber lo que me iba a encontrar, oye, ni tan mal.


La tarde era el turno para The Giant, una de esas películas con argumentos imposibles que mezclan a un joven con autismo y deformidad física junto a un campeonato de petanca, así como suena, el film como se presuponía juega con los dos mundos de Rikard, su protagonista, el real y el que vive en el interior de su mente. La película ha provocado numerosas deserciones en el Kursaal y es que al margen de su llamativa propuesta argumental poco más hay defendible, su formato semidocumental de la dura realidad del día a día del protagonista enfrentado a las bellas imágenes oníricas del mundo propio de Rikard se queda solo en un recurso estilístico y su reiterativo tono optimista resulta finalmente demasiado naíf y bastante maniqueo. Las buenas intenciones siempre son loables pero deben tener algo que las respalde cinematograficamente hablando y este no es el caso.



Enormes colas en el Teatro Principal para ver Colossal y es que pese a que desde sus Cronocrimenes Nacho Vigalondo no ha vuelto a volar tan alto, todos seguimos esperando que aquello no fuera una casualidad y vuelva a mostrar el director que todos creímos atisbar en su opera prima. Lamentablemente Colossal no es su recuperación total, aunque si es un paso adelante. La película parte de una idea tan original que es mejor no saber prácticamente nada sobre ella al margen de lo que dice la sinopsis oficial: Gloria (Anne Hathaway) es una mujer corriente que, tras perder su trabajo y su novio, decide dejar su vida en Nueva York y regresar a su ciudad natal. Pero cuando los medios de comunicación comienzan a informar de que un lagarto gigante está destruyendo la ciudad de Seúl, Gloria se va dando cuenta poco a poco de que, a través de su mente, está conectada de forma extraña con estos acontecimientos.
A partir de aquí Vigalondo de nuevo se dedica a jugar con la mezcla de géneros, desde la película de monstruos hasta la perversión y casi sátira de la comedia romántica. El film funciona siempre que se basa en el humor y en Anne Hathaway haciendo uno de esos papeles que borda de chica desastrosa pero adorable. El problema es el enorme valle que supone el tercio central del film donde se acaba el humor y ese medio drama - thriller de maltrato psicológico no termina de funcionar, por suerte en la parte final remonta bastante dejando un buen sabor de boca final pese a lo agridulce de su conjunto.


Y para finalizar como no solo de películas vive el hombre, primer paso por Culinary Zinema con el documental Todo sobre el asado, un viaje a la Argentina más profunda para hablar de una de sus mayores tradiciones culinarias, el asado. Esto que podría ser llamativo se convierte en una comedia cargada de incómodos silencios a cámara, machismo, homofobia, canciones sobre la carne y entrevistas imposibles, la sala ha estallado en carcajadas durante casi todo el metraje y ha convertido la experiencia de su visionado en todo un disfrute colectivo.



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