jueves, 12 de enero de 2017

La autopsia de Jane Doe

La autopsia de Jane Doe. Título original: The Autopsy of Jane Doe

Director: André Ovredal

Actores: Emile Hirsch, Brian Cox, Ophelia Lovibond, Michael McElhatton, Olwen Catherine Kelly

Guión: Ian B Goldberg y Richard Naing

Productores: Rory Aitken, Fred Berger, Eric Garcia, Ben Pugh

Montaje: Peter Gvozdas, Patrick Larsgaard

Fotografía: Roman Osin

Música: Danny Bensi, Saunder Jurriaans

Producción: 42, IM Global, Impostor Pictures


Una vieja morgue, dos personajes y un misterioso cadáver. La autopsia de Jane Doe es un homenaje a ese terror clásico al que apenas le hacen falta elementos para lograr su objetivo y para ello utiliza recursos que no por conocidos dejan de ser efectivos pero que parece que en los últimos años se han olvidado: Empatía por los personajes e introducción del espectador en el interés por la resolución del misterio.

Por su propia naturaleza La autopsia de Jane Doe es una de esas películas de las que conviene saber lo mínimo posible antes de verla. Un misterioso cadáver aparece en una casa en la que se han cometido varios asesinatos, incapaces de resolver el asunto, la policía encarga la autopsia a una vieja morgue regentada por un padre y un hijo que disponen de una noche para averiguar las causas de la muerte de una mujer desconocida, una Jane Doe como las llaman en EEUU.

A partir de aquí André Ovredal construye una narración absolutamente clásica, con presentación de sus protagonistas principales, encarnados por Brian Cox y Emile Hirsch, dandoles tiempo a construir sus personajes, mostrándonos sus motivaciones y su historia. Ese tiempo es una maravilla para cualquier actor y más en una película de terror en la que estamos acostumbrados a ver solo trozos de carne a los que matar. Cox y Hirsch aprovechan ese regalo no solo para trazar dos personajes con los que el espectador pueda identificarse si no para construir una innegable química entre ellos que va a ser uno de los principales motores de avance de la película.


Es en el nudo del film donde bajo una falsa apariencia de procedimental televisivo el guión de Ian B Goldberg y Richard Naing va tomando fuerza para mostrarnos que el misterio de cómo murió Jane Doe va mucho más allá de lo que en un principio pudiera parecer. A cada revelación le acompaña un nuevo misterio y es inevitable no comenzar a teorizar junto a los personajes a la búsqueda de la explicación de lo sucedido. Es entonces cuando el cuerpo inerte de Olwen Catherine Kelly se convierte en un personaje más del film, al igual que el viejo caserón donde se sitúa la acción. 

Los misterios comienzan a resolverse en la parte final del film a la vez que el tono vira completamente hacia el terror y ahora si, cuando la película ha conseguido que nos interesen los personajes y nos hayamos metido en la historia, se aceptan las herramientas más tradicionales del terror, en esta ocasión no me molesta el subidón de volumen porque estoy tan metido en la historia que ni siquiera lo veo llegar y me sobresalto al igual que los personajes, ahora se acepta cualquier cosa porque tú como espectador eres un personaje más y estás dentro de la Morgue y Crematorio Tilden, sufriendo y pasando miedo.


Y aunque pudiera parecer que el film solo sobrevive gracias a sus trucos y misterios, tras un segundo visionado puedo decir que la película funciona perfectamente bien pese a conocer el misterio final, es más, se aprecia mucho mejor la habilidad del guión a la hora de ocultar ciertas pistas a plena vista y la progresión del misterio está tan bien ejecutada que sin darte cuenta te metes en la película de tal modo que vuelves a sorprenderte y asustarte con giros que ya conocías. Si es cierto que también se aprecia más el acelerón final un poco precipitado y algo forzado en el giro hacia el terror y el fantástico del último tercio que puede dejar un regustillo amargo a los más exigentes, pero particularmente dejo pasar ese pequeño bache por el disfrute que me proporciona la película en su conjunto.

En una época en la que el género de terror no vive su mejor momento La autopsia de Jane Doe es un acertado retorno a los elementos más clásicos y básicos para conseguir un film tan divertido como emocionante y terrorífico, una de esas películas que te hartarás de recomendar a todo el mundo para que la vea sin saber nada de ella y así puedan disfrutar de todos los misterios que proporciona esta inquietante autopsia.

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