domingo, 26 de noviembre de 2017

La Liga de la Justicia

La Liga de la Justicia. Título original: Justice League

Director: Zack Snyder

Actores: Ben Affleck, Gal Gadot, Ezra Miller, Jason Momoa, Ray Fisher, Henry Cavill, Amy Adams, Jeremy Irons, Diane Lane, Ciaran Hinds

Guión: Chris Terrio, Joss Whedon

Productores: Deborah Snyder, Charles Roven, Geoff Johns, Jon Berg

Montaje: David Brenner, Richard Pearson, Martin Walsh

Fotografía: Fabian Wagner

Música: Danny Elfman

Producción: Warner Bros, DC Comics, DC Entertainment, Rat Pac Dune Entertainment


La liga de la Justicia supone un bucle temporal más en el enorme día de la marmota que supone el universo extendido de DC, toca de nuevo hablar de decepción, de oportunidad perdida, discutir sobre si es un fracaso económico o no, reflexionar sobre su complicado proceso de producción (una vez más) y teorizar sobre cual debe ser el rumbo a seguir en el DCEU.

Justice League no puede evitar ser el resumen final de todos los problemas que lleva experimentando el universo extendido de DC en los últimos años, como su indecisión tonal, sus guiones mal desarrollados pero sobre todo su incapacidad para que el público se identifique con unos personajes tan universales como Batman y Superman. El recorrido de este universo es tan irregular que una película como Man of Steel que en su momento no fue demasiado alabada se revaloriza cada día más en comparación con lo que ha venido después, y es que salvo la notable Wonder Woman pocas alegrías nos ha traído hasta el momento este universo.

También hay que reconocer que la Liga de la Justicia nace ya con tantos problemas que era difícil que pudiera salir bien, a la caótica producción a la que ya nos tiene acostumbrados DC, con cambios tonales de la oscuridad y profundidad inicial a la ligereza y comicidad para imitar el éxito de sus principales rivales, o la inclusión de tres personajes nuevos sin apenas presentación se suma esta vez la trágica situación personal de su director, que siendo inevitable e inesperada ha sido resuelta de manera más que discutible por Warner con la inclusión de un director prácticamente opuesto a Snyder. Me reconozco incapaz de distinguir las escenas rodados por uno y por otro como afirma mucha gente pero la sensación de estar ante un Frankenstein visual que une con remiendos fragmentos que no casan entre si es inevitable para cualquiera que vea la película.



Uno de los principales problemas de La Liga de la Justicia es su incapacidad para plasmar en pantalla todo lo que quiere contar y ante esta dificultad opta por aligerar el relato al máximo dotando al film de tal simpleza argumental y estilística que lo reduce a apenas una anécdota. La presentación de los nuevos personajes es torpe y apresurada en la mayoría de los casos, con un Flash convertido ya no en alivio cómico si no en un bochornoso bufón y un Aquaman reducido a un intento fracasado de chuloplayas molón. Sorprendentemente el único que se salva es Cyborg, el único personaje al que dan algo de peso y trasfondo personal.

Entre los ya conocidos Wonder Woman vuelve a demostrar que debería ser el puntal de este DCEU y es que es el personaje que mejor funciona en pantalla grande y Gal Gadot parece haber nacido para este papel. Con los dos grandes iconos de la compañía una de cal y otra de arena, y es que en mi opinión estamos ante el peor Batman de la última década, con un Affleck desganado y un personaje que a pesar de ser el hilo conductor de la unión del equipo acaba siendo el que menos aporta al film en todos los terrenos. Frente a esto tenemos la grata sorpresa de encontrarnos ante el Superman que llevábamos años esperando ver en pantalla, fresco, esperanzador y lleno de luz, con un Henry Cavill al que por fin se ve disfrutar del personaje, convirtiéndose en la gran esperanza de salvar este universo fílmico.



El film avanza con la simplicidad de su excusa argumental, la aparición de un enemigo que hace que el equipo se reúna para tratar de vencerlo. Sin embargo este villano carece de motivaciones y solo se convierte en una mole más grande y más fuerte a la que tratar de vencer. De igual modo tanto la unión del grupo como la creación de química entre ellos se produce de forma espontanea y sin apenas desarrollo. 

Esta apuesta por el entretenimiento ligero podría ser defendible si nos encontráramos con un producto brillante en su acabado formal, pero nada más lejos de la realidad y es que es difícil encontrar una producción de superheroes tan poco cuidada como esta, más allá del combate de Steppenwolf contra las amazonas no hay una sola escena de acción que se grabe en tu memoria y todo queda reducido a peleas genéricas cargadas de croma y CGI llegando al culmen de la cutrez cuando se intenta dotar de épica a tener que salvar a cuatro gatos (nunca mejor dicho) en una ciudad perdida. Más allá de la acción el film está plagado de escenas en interiores poco cuidados tanto en aspecto como iluminación, en contraste con la espectacular fotografía de Amir Mokri y Larry Fong en Man of Steel y Batman v Superman.

A esto hay que sumarle la sosa y anodina B.S.O de un Danny Elfman al que se nota que el encargo le llego tarde y le puso pocas ganas, y es que más allá de la recuperación de algunos temas clásicos no se puede destacar nada de su partitura.



Al final la sensación es que DC y Warner han dejado de confiar en su plan pero no quieren renunciar a lo que ya han iniciado, quedándose en una tierra de nadie que da como resultado un film carente de personalidad que ni siquiera llega a molestar debido a lo vacío e intrascendente que resulta. Que la unión de tus personajes en lo que debiera ser el culmen de tu universo se quede en una anécdota olvidable a la altura de un capítulo alargado de las series de CW en televisión debería hacer que en Warner se tomen decisiones, se podía estar más o menos de acuerdo con Snyder pero estaba claro que tenía un plan y una visión de como debían ser las cosas, pero tras La Liga de la Justicia parece que este universo está más perdido que nunca.

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