viernes, 2 de febrero de 2018

Molly's Game

Molly's Game

Director: Aaron Sorkin

Actores: Jessica Chastain, Idris Elba, Kevin Costner, Michael Cera, Jeremy Strong, Chris O'Dowd, Brian d'Arcy James, Graham Greene, Samantha Isler

Guión: Aaron Sorkin (Basado en el libro de Molly Bloom)

Productores: Mark Gordon, Matt Jackson, Amy Pascal

Montaje: Alan Baumgarten, Elliot Graham, Josh Schaeffer

Fotografía: Charlotte Bruus Christensen

Música: Daniel Pemberton

Producción: Entertainment One, STX Entertainment, Pascal Pictures, Huayi Brothers Pictures, The Mark Gordon Company


En 2014 conocí por primera vez la historia de Molly Bloom gracias a un artículo del Daily Mail y prácticamente desde entonces ha habido rumores sobre la traslación de su libro autobiográfico a la gran pantalla, y es que una historia real que mezcla partidas de poker ilegales, estrellas de hollywood y la mafía parece nacida para ser contada en el cine. Y sin embargo sus responsables han decidido dejar de lado todo ese potencial para construir una historia blanca y de ensalzamiento moral de su protagonista.

Desde el momento en que Aaron Sorkin se encargó del guión y de la dirección, como el propio escritor ha declarado, puso como condición no revelar el nombre de ninguno de los participantes ni los detalles escabrosos que se dieron en éstas. Esta declaración de intenciones va a ser el principal lastre de la película durante todo su metraje.

Molly's Game relata la vida de una esquiadora profesional que tras una grave lesión decide tomarse un año sabático antes de comenzar su carrera de Derecho y acaba convirtiéndose en la organizadora de las partidas de poker más exclusivas y que más dinero movían de todo Hollywood y Nueva York. El primer tercio de la historia aprovecha las virtudes del Sorkin guionista, con escenas punzantes y diálogos veloces que nos permiten conocer la vida de Molly y descubrir el apasionante mundo de las partidas de poker clandestinas. Son estos los mejores momentos del film gracias a la impresionante presencia de Chastain (sin duda lo mejor del film), un montaje trepidante y la habilidad de Sorkin al libreto.


Sin embargo una vez sobrepasado este buen arranque la película acaba cayendo en la reiteración y el estancamiento. Por una parte ya que el film no se atreve a entrar en los aspectos más oscuros de la industria acaba cansando en su sucesión de partidas de poker. Peor aún es cuando el film se centra en el aspecto judicial contra Molly y es que es aquí dónde más se nota la falta de tablas de Sorkin tras las cámaras. Las conversaciones entre Elba y Chastain rompen completamente el ritmo de la película, hay una evidente falta de química entre ambos actores y el director no logra aportar ni una gota de dinamismo a su relación, repitiéndose escenas casi calcadas de diálogos en la oficina de Elba que solo subrayan la personalidad de Bloom que ya conocemos gracias a sus flashbacks.

Una vez establecidas ya las reglas del juego el tercer acto simplemente es una consecuencia de lo que ha ido construyendo el film, un relato buenista que busca limpiar la imagen de su protagonista y que nunca se atreve a subvertir la cara más oculta del establishment o proponer algún tipo de dilema moral sobre la actitud de sus personajes como demuestran el paso absolutamente fugaz y sin ningún tipo de desarrollo por la adicción a las drogas de Molly o la relación de la mafia con las partidas.


Molly's Game va claramente de más a menos y acaba dejando la sensación de haber desaprovechada una historia apasionante para sumergirse en los peores defectos del biopic, la dulcificación y el lavado de cara de su protagonista.

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