martes, 31 de julio de 2018

Misión Imposible: Fallout

Misión Imposible: Fallout. Título original: Mission: Impossible - Fallout

Director: Christopher McQuarrie

Actores: Tom Cruise, Henry Cavill, Alec Baldwin, Simon Pegg, Ving Rhames, Rebecca Ferguson, Sean Harris, Angela Basset, Vanessa Kirby, Michelle Monaghan

Guión: Christopher McQuarrie

Productores: Tom Cruise, JJ Abrams, Christopher McQuarrie, Jake Myers

Montaje: Eddie Hamilton

Fotografía: Rob Hardy

Música: Lorne Balfe

Producción: Bad Robot, Paramount Pictures, Skydance Media, TC Productions


Pocas sagas pueden llegar a una sexta entrega, menos aún hacerlo en un buen estado de salud, lo de hacerlo en su mejor momento directamente parece Misión Imposible (lo siento, lo tenía que hacer). 

Chistes malos aparte, lo de esta franquicia es un caso digno de estudio, a imagen y semejanza de su estrella principal, Misión Imposible ha sabido crecer más allá de su sobresaliente entrega inicial, superar el estropicio provocado por su desastrosa segunda parte para renacer de sus cenizas a partir de su tercer capítulo y llegar hasta este Fallout en su momento de mayor popularidad, taquilla y reconocimiento crítico.

Misión Imposible: Fallout se sustenta en dos puntos principales, en primer lugar en un universo M:I ya creado durante cinco entregas anteriores y sobre todo consolidado en los tres últimos capitulos con un núcleo duro de personajes con sus interrelaciones y una mitología propia ya familiar y reconocible. Así Fallout tiene momentos para pequeños detalles u homenajes a todas las entregas anteriores (si, incluso para la segunda parte).

En segundo lugar el film se apoya sobre el tandem formado por Cruise y McQuarrie, sabedores de que su unión artística potencia sus habilidades, actor y director no se han separado desde que se conocieron en la estupenda y poco valorada Jack Reacher. Al igual que McQuarrie hace lucir como nadie a Cruise en las escenas de acción, el actor es capaz de dar ese punto extra de carisma y épica que pocos tienen a día de hoy en la escena cinematográfica.


Con una línea continuista con la trama creada desde la tercera entrega y especialmente con Nación Secreta, con la que forma un pequeño díptico, Fallout no necesita más explicaciones argumentales que las de una nueva aventura de Ethan Hunt para salvar el planeta, y hacedme caso, no queréis saber más sobre el argumento.

Una vez más las espectaculares secuencias de acción, cada una más impactante que la anterior, son el nexo vertebrador de un guión tremendamente afinado en esta ocasión que sabe mezclar a la perfección la mayor importancia del arco emocional de nuestro protagonista en esta entrega con el thriller de espionaje cargado de trucos, mentiras y sorpresas.

Desde el asombroso y ya famoso salto Halo, a las frenéticas persecuciones en coche y moto (¿las mejores desde Ronin?) o las carreras de Cruise por los tejados, McQuarrie demuestra en cada setpiece su dominio en las escenas de acción más artesanales donde limita el uso del CGI al mínimo consiguiendo una sensación de riesgo y verosimilitud totalmente apabullante que hacen al espectador clavar las uñas a las butacas desde el primer minuto al último. 
Sin embargo, en mi opinión, es en el desenlace del film donde el director realmente demuestra el mayor grado de virtuosismo visto hasta ahora en su carrera, logrando, junto a la excelente labor de Eddie Hamilton en el montaje, manejar tres escenarios y amenazas simultaneas consiguiendo que el espectador sepa que está pasando en cada momento, quién está en cada lugar y que el ritmo de la película no decaiga en ningún instante, equilibrando los momentos cómicos, tensos o dramáticos.


Tom Cruise logra el más difícil todavía y consigue asombrarnos aún más con sus proezas atléticas y técnicas, dotando además en esta ocasión a su personaje de mayor humanidad y cerrando un arco dramático construido en las tres películas anteriores. A su lado destaca sobre el resto del reparto la gratísima sorpresa de un Henry Cavill (demos gracias por no abandonara la película para volver a la decepcionante Justice League) tan contundente como sorprendente y que se convierte en el auténtico robaplanos del film.

Fallout es el espectáculo de acción más trepidante y divertido del año, pero sobre todo es la confirmación de lo que muchos llevamos pensando desde hace tiempo, que Misión Imposible es una de las mejores sagas de acción de este siglo, y que a la altura de Bond o Bourne, el nombre de Ethan Hunt ya se inscribe en la historia del cine de espías de todos los tiempos.

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