viernes, 28 de septiembre de 2018

San Sebastián Film Festival 2018: Día 7

El despertador suena a las siete de la mañana, ducha rápida, hoy no da tiempo a café, mientras me dirijo a toda prisa hacia el Kursaal mi mente dormida tiene un momento de lucidez ... mierda, la acreditación, media vuelta a mitad de camino, recojo la acreditación y otra vez para allá ... 07:35 creo que hay como unas 20 personas delante mío, más los que lleguen acompañando, ponle unas 30, mala suerte sería ... abren las taquillas ... venga, venga ... faltan dos personas cuando se oye un grito: "Entradas para Roma agotadas".

En fin, tras la necesaria dosis de cafeína me encamino hacia el Teatro Victoria Eugenia para ver Entre dos aguas, secuela de La leyenda del tiempo para ver que ha sido de Isra y Cheíto doce años después. Isaki Lacuesta pone de nuevo la mirada en esos olvidados de la sociedad, los que no saben que es eso de la recuperación económica, los que se sienten solos y pese a todo siguen luchando, cada uno a su manera. Realidad y ficción se mezclan sin que sepamos distinguirla y no sepamos cuanto hay de película y cuanto de vida, o si acaso se pueden separar la una de la otra, y los dos hermanos te van robando el corazón, cada uno a su manera, porque sabes que en ese dolor hay sinceridad, en esas ganas de salir hacia delante hay esperanza, en esas ganas pasajeras de morir hay tristemente verdad. Lacuesta nos lleva de la mano con una cámara casi documental para acompañar a Isra y Cheíto en un breve instante de su vida, otra que vuelve a ser definitorio, ojalá dentro de 12 años les veamos otra vez.
Prensa y público han salido entusiasmados y raro sería que la película no pillara algún premio gordo, y se lo merecería.


Carrera hacia Kursaal, porque a las doce había que reservar todas las entradas de la parrilla de Sitges 2018, la vida del festivalero es un poco caos si. Nervios, caídas de internet y cabreos, hacen que media hora después esté exultante y con todo lo que quería reservado. El karma me debía una después del fracaso mañanero.

En el Teatro Principal eramos apenas una veintena de personas para ver la china Breeze, dentro de la sección Nuevos Directores. En el cine oriental hay una serie de temas recurrentes como la contraposición entre lo viejo y lo moderno reflejado en el campo y la ciudad. Ese precisamente es el camino que toma el film de Kun Yang para contar la historia de un anciano que decide abandonar Pekín y visitar a su familia en su viejo pueblo. El viejo Yu es nuestro trasunto para observar las diferencias entre las nuevas generaciones y las antiguas y como la despersonalización de la nueva era se va abriendo paso en todas partes. El principal problema del film es que no aporta nada diferente a las decenas de películas que ya hemos visto abordando la misma temática, tampoco molesta todo hay que decirlo, pero de un director novel quizás se espera un poquito más de personalidad.


Doblete de películas chinas con Bao Bei Er, esta en sección oficial. La película de Jie Liu cuenta la historia de una joven que fue abandonada en su niñez por un defecto congénito y lucha por salvar a un recién nacido de correr su misma suerte. El film que es probablemente uno de los dramones de este año avanza a trompicones sin un rumbo demasiado claro y esa lucha de la protagonista contra la burocracia y su propio destino para salir adelante nunca me llega a emocionar. Todo es plano y algo maniqueo en Baby y reconozco que han acabado cayendo un par de cabezadas. Me ponen esto un domingo tarde en Antena 3 y no me extraña ni lo más mínimo.


Uno de los platos fuertes del día era El Ángel, película que está arrasando en Argentina y que nos llega plagada de recomendaciones. Lorenzo Ferro no necesita más que un minuto para ganarte para la causa desplegando carisma cada vez que aparece en pantalla, a su lado un Chino Darín de enorme magnetismo, hace que estos extraños Bonnie and Clyde funcionen como un tiro cada vez que comparten secuencia, si a esto unimos el maravilloso ritmo con el que se desarrolla y un sentido del humor negrísimo, no es de extrañar el éxito que está cosechando allá por dónde va.
Es cierto que El Ángel decae un poco en su clímax final, pero a pesar de todo el conjunto es más que notable. A mi me dicen que esta es la historia del Joker que nació en Argentina y no solo me lo creo si no que me encanta.


Y por último el regreso a nuestra añorada sesión de los motivados, aquellos que se reunen a las doce de la noche en el K2 con ganas de más y más cine después de un día maratoniano. En el caso de hoy con más razón porque era una oportunidad para recuperar una de las grandes Perlas de este año.
En The Sisters Brothers Jacques Audiard tan pronto respeta a rajatabla como subvierte los canones del western y es que el género en este caso no es más que una excusa para contar una historia de redención, de amistad y de hermandad, la de los inmensos Joaquin Phoenix, perfecto como siempre en todo lo que hace, y John C. Reilly (cuando tendrá este hombre el reconocimiento que se merece).
Desde el afiladisimo guión del propio Audiard y Bidegain, al que no se puede sacar ni una sola pega, hasta la preciosa fotografía de Benoit Debie y con especial importancia a la maravillosa partitura de Alexandre Desplat, todo funciona a la perfección en esta película para que vuelva a enamorarte del cine. Una auténtica gozada.


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