miércoles, 19 de diciembre de 2018

Mortal Engines

Mortal Engines

Director: Christian Rivers

Actores: Hera Hilmar, Robert Sheehan, Hugo Weaving, Stephen Lang, Jihae, Patrick Malahide

Guión: Fran Walsh, Philippa Boyens, Peter Jackson (Basado en el libro de Philip Reeve)

Productores: Peter Jackson, Deborah Forte, Amanda Walker, Fran Walsh, Zan Wainer

Montaje: Jonathan Woodford Robinson

Fotografía: Simon Raby

Música: Junkie XL

Producción: Universal Pictures, Media Right Capital, Scholastic Productions, Silvertongue Films, WingNut Films


En 2001 coincidieron las dos grandes sagas fantásticas del último siglo, El señor de los anillos y Harry Potter y desde entonces la industria no ha parado de intentar repetir ese éxito, Crepúsculo y Los Juegos del hambre lo lograron en cierto modo en su momento, pero a decir verdad, ¿quién las recuerda ahora?. Han sido más los fracasos a la hora de intentar adaptar sagas literarias fantásticas juveniles que los éxitos.

Curiosamente Peter Jackson, el precursor de todo esto y que probablemente en 2003 se sintiera el Rey del mundo tras arrasar en taquilla y los Óscar, lleva más de una década intentando repetir ese éxito (no me hagáis recordar de nuevo ese engendro de trilogía llamada El Hobbit) y aunque no sea el director si que ha sido el principal promotor del último fracaso en éste sentido llamado Mortal Engines.


Y es que la saga de libros de Philip Reeve, (que también es previamente promocionada antes de la película, no se vaya a perder la oportunidad de hacer negocio), lleva siendo objeto de deseo del director neozelandés desde hace años, involucrándose al máximo en la producción y el guión del film, pero lo que hace unos años podría ser sinónimo de calidad, en este caso es otro fracaso estrepitoso.

Sin embargo Mortal Engines parte de una premisa tan absolutamente loca que es imposible no ponerte de su parte, una lucha de ciudades rodantes que van devorándose unas a otras en un mundo postapocalíptico. Con ese argumento tenían mi entrada absolutamente vendida. Y siendo sinceros el film comienza dando lo que promete, con una cacería de esos engendros mecánicos donde Christian Rivers ofrece su mejor versión, no obstante es su primera película como director después de múltiples trabajos en apartados técnicos y visuales y lamentablemente esto se acabará notando. 



Esta va a ser la única vía de escape de Mortal Engines, su espectacularidad técnica y visual y es que cada vez que intenta desarrollar sus personajes los lanza a la cara del espectador más que presentarlos, con el ejemplo de algunos que pasan por allí para decir un par de frases y cuya presencia no tiene ningún sentido más que el de contentar a los fans literarios. En el apartado protagonista Robert Sheehan demuestra que no ha sido capaz de consolidar su arrollador inicio de carrera en Misfits, con un presunto héroe carente de simpatía y personalidad, aunque peor aún es la actuación de Hera Hilmar que debería llevar el peso principal del film y siempre deja la impresión de no tener del todo claro que pinta allí. Son poco los carácteres que funcionan y si lo hacen es bien por puras tablas como en el caso de Hugo Weaving o de carisma personal como sucede con JiHae que logra transformar un papel sin apenas background en la auténtica badass robaescenas del film.

El guión de Jackson y Walsh nos plantea una guerra sin apenas explicación, un juego de espejos de traumas paterno filiales que rozan el ridículo y un amor entre protagonistas que está ahí porque lo dice el libro en que se basa ya que la química entre Sheehan y Hilmar es absolutamente nula y en ningún momento se entiende el por qué de su relación.


La sensación que acaba dejando Mortal Engines ya no es solo de decepción por el propio desastre de la película en sí misma, que también, si no de desaprovechar un material prometedor en su traspaso a la gran pantalla por culpa de un guión carente de alma o personalidad y repleto de agujeros argumentales junto a una elección de casting absolutamente desafortunada.
Es cierto que se puede echar el rato viendo un par de batallas, pero solo si también puedes echarte un rato la siesta para no aguantar el tostón que hay entre una y otra, así que para una tarde tonta de domingo y gracias.

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