martes, 28 de mayo de 2019

Los hermanos Sisters

Los hermanos Sisters. Título original: Les freres Sisters

Director: Jacques Audiard

Actores: John C. Reilly, Joaquin Phoenix, Jack Gyllenhaal, Riz Ahmed

Guión: Jacques Audiard, Thomas Bidegain (Basado en el libro de Patrick DeWitt)

Productores: John C. Reilly, Michel Merkt, Alison Dickey, Michael De Luca, Pascal Caucheteux

Montaje: Juliette Welfling

Fotografía: Benoit Debie

Música: Alexandre Desplat

Producción: Why Not Productions, Annapurna Pictures, Apache Films


Regreso a The Sisters Brothers apenas unos meses después de disfrutarla en el Festival de Cine de San Sebastián observando esta vez que en sus créditos iniciales aparecen alrededor de dos decenas de productoras colaborando en el film y no puedo evitar preguntarme si es por la dificultad de sacar adelante un film de éste tipo o por las ganas de estar inmersos en este proyecto. Y es que si de algo no hay duda es que el de Audiard es un film especial, de esos que te lleva a otros tiempos, donde se disfrutaba y degustaba al cine en cada plano y frase de diálogo, donde las películas salían de la sala contigo, ese tipo de cine que cada vez es más difícil encontrar pero por el que algunos valientes siguen apostando, incluso si hace falta que sean dos decenas.

En un mundo cruel con la muerte y la traición siempre presentes, Charlie y Eli Sisters no solo han conseguido adaptarse a ese violento modo de vida, si no que se han convertido en los mejores, asesinos profesionales, no tienen reparos a la hora de conseguir sus objetivos. Sin embargo algo está cambiando en Eli, al igual que sucede en el Salvaje Oeste, algo que los hermanos Sisters descubrirán cuando se lancen a la caza de Hermann Kermit Warm.

Si comenzaba diciendo que Los hermanos Sisters es una película especial es principalmente por su capacidad para adaptarse a los cánones del género y estar a la altura de los mejores westerns clásicos a la vez que es capaz de subvertir sus convenciones, modernizándolo a la vez que respeta su esencia.



El Oeste es tan poético y legendario como lo ha sido siempre en el film de Audiard, pero también hay espacio para la reflexión, la del fin de una época y el comienzo de otra, la de sueños utópicos tal vez imposibles de alcanzar, la de un hombre que quiere cambiar o la de una redención que parece imposible de conseguir.

Eli Sisters quiere cambiar y abandonar ese tipo de vida, su hermano Charlie necesita seguir huyendo hacia delante, Kermit Warm persigue un sueño y John Morris quiere creer que esa utopía es posible, y en esa búsqueda de los sueños y necesidades de cuatro personajes, el film viaja del western más aventurero, al drama más poético, oscilando entre una mirada oscura y cruel y otra llena de esperanza e ilusión.

John C. Reilly (también productor del film) se muestra más humano y cercano que nunca, en uno de esos personajes entrañables que tan bien que se le dan pero con una carga de bondad que supera todo sus registros anteriores, a su lado Joaquin Phoenix va explorando junto al espectador un personaje que podría caer en el cliché en otras manos y sin embargo gracias a la capacidad del actor y al acertadísimo guión de Audiard y Bidegain se va cargando de matices y significado con cada minuto en pantalla. Junto a ellos el Gyllenhaal más soñador y un Riz Ahmed que no para de crecer, componen un cuarteto absolutamente sobresaliente.

Audiard se adapta al lirismo del género gracias a la espectacular fotografía de Debie y la bellísima partitura de Desplat, a la vez que consigue crear una bella historia de amor fraternal y de búsqueda de un utópico mundo mejor que tal vez se encuentra donde menos se esperan sus personajes. 



Los hermanos Sisters es un canto de amor al género de su director, a la vez que es capaz de modernizarlo y llevarlo más allá, pero sobre todo es una ocasión inmejorable para el espectador de recuperar un tipo de experiencia cinematográfica cada vez más difícil de encontrar, la de esos films que te hacen amar y aficionarte al cine, que contemplas con ojos de niño ilusionado que está descubriendo algo maravilloso, que te proporciona un disfrute inmediato mientras la ves pero que te acompaña en la reflexión y en el recuerdo durante mucho tiempo después, hasta que decides que es necesario volver a ella, y os aseguro que al igual que a mi, esto os va a pasar.

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