viernes, 27 de septiembre de 2019

San Sebastián Film Festival 2019: Jueves 26

Apurando ya los últimos momentos del Zinemaldia el festival poco a poco va llegando a su ocaso, aunque aún quedan un par de días la sensación es que estamos en el descuento, tal vez contribuya a ello cierto cansancio generalizado y es que aunque esto sea puro disfrute también es agotador, sobre todo si eres un cinefago irredento y nunca te cansas de ver más y más cine.

Y ese ansía es el que me ha hecho levantarme un día más a pesar del largo día anterior para ver el cierre de la sección oficial a concurso con Rocks. El film es la otra cara de la moneda de lo que vimos ayer en La hija de un ladrón y es que tratando un tema similar, el del abandono familiar y la búsqueda de cariño, Sarah Gavron lo hace a través de un prisma lleno de esperanza. Rocks es una adolescente que se divierte con sus amigas y cuida de su hermano pequeño, sin embargo un día su madre, con problemas de salud mental, les abandona, Rocks decide seguir adelante con la esperanza de que su madre vuelva, cuidando ella sola de su hermano con la ayuda y complicidad de sus amigas. Gavron desde el principio sabe introducirnos en un grupo de amigas con una química que sobrepasa la pantalla. Aunque la dura realidad de la vida adulta se va abriendo paso poco a poco en la vida de Rocks, el film siempre lo hace desde una visión optimista, sin recrearse en el drama. Rocks destaca por su acertada dirección que sabe mezclar comedia, drama o utilizar redes sociales y nuevas tecnologías para remarcar la visión adolescente del mundo de la protagonista, pero sobre todo por un cast infantil y juvenil espectacular, que desprende frescura y autenticidad en todos sus miembros, sin embargo es imposible no destacar al pequeño y encantador D'angelou Osei Kissiedu y a la protagonista Bukky Bakray que sabe enamorarnos con esa joven alegre y carismática por fuera pero con una tremenda carga interior.
Un cierre de competición brillante que se va a los primeros puestos entre mis preferidas de Sección Oficial.


Y como éste parece ser el festival de las relaciones paterno/materno - filiales, Cassey Affleck elige el mismo tema para su segundo largometraje como director con La luz de mi vida, dentro de la sección Perlas.
En éste caso dentro de un futuro distópico y apocalíptico donde las mujeres prácticamente han desaparecido de la tierra por una plaga y un padre huye protegiendo a su hija. El film de Affleck obvia la dureza evidente de la situación para centrarse en la difícil relación entre padre e hija en ese momento en que la una comienza a sentirse más adulta de lo que es y el otro se niega a dejar volar a su pequeña, todo ello magnificado claro por los peligros de su situación. Cassey Affleck se muestra inteligente disimulando sus carencias como realizador potenciando sus virtudes como actor, así el film se compone principalmente de largas conversaciones de estética austera pero amplio calado emocional, especialmente por la gran actuación de Affleck. Sin alardes pero bien resuelta se deja ver con agrado aunque es probable que no destaque en nuestra memoria entre propuestas de temática similar.


En 1972 Aretha Fraklin grabó en directo su album Amazing Grace con dos conciertos en la Iglesia Bautista Misionera New Temple en Watts, Los Ángeles. Estas dos actuaciones fueron grabadas por Sidney Pollack, la película sin embargo nunca llegó a la luz por motivos técnicos, años después las grabaciones han salido a la luz y se ha podido completar este documental.
Cuando uno abandona la sala después de haber podido disfrutar Amazing Grace la sensación que tiene es de haber presenciado en primera persona historia de la música, Pollack nos mete de lleno en esa iglesia bautista y el genio de Aretha hace el resto, inundando la pantalla y consiguiendo que el espectador se traslade a otro tiempo y otro lugar. El disfrute para los sentidos es máximo, Aretha Franklin más reina que nunca y el gospel llenando la pantalla y el alma más allá de cualquier creencia.



En Diecisiete Héctor un joven con claros problemas para conectar con la gente, acaba en un centro de menores después de varios delitos, allí consigue al fin crear un vínculo con un perro utilizado en terapias de reinserción, sin embargo cuando este es adoptado decide escapar para recuperarlo. La nueva película de Daniel Sánchez Arévalo trata sobre la difícil relación entre los dos hermanos protagonistas que se ven obligados a compartir un viaje que al fin puede unirlos. Mezcla de road movie y con aires de comedia indie americana, el film se sostiene con un sentido del humor ácido, un guión bien construido y sobre todo dos actores principales, Biel Montoro y Lalo Sánchez, que se entienden y complementan a la perfección, tanto es así que cada vez que aparecen juntos en pantalla el film sube como la espuma. Diecisiete es una pequeña gran comedia que demuestra que Sánchez Arevalo sigue en plena forma.


Cerrábamos el día con Waiting for the Barbarians, la nueva película de Ciro Guerra y primera incursión del director colombiano en el cine internacional. La película muestra las dudas del administrador de una localidad fronteriza cuando el ejército de su imperio comienza a oprimir a los miembros de la región con la excusa de una posible rebelión. Tras mi segunda experiencia con su cine debo aceptar que no entro en el cine de Ciro Guerra, reconozco la belleza de sus imágenes si pero la obviedad de su mensaje y su tediosa narrativa hacen que me sea imposible conectar con su película, ni siquiera la gran actuación de Mark Rylance me salva del aburrimiento y es que para descubrir que cuando se tortura y oprime a un pueblo este se acaba rebelando no me hacían falta dos horas de paseos entre dunas y poses hieráticas de Johnny Depp con gafas de sol.


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