lunes, 23 de septiembre de 2019

San Sebastián Film Festival 2019: Domingo 22

Tras la pequeña paliza que supuso el primer día, hoy tocaba jornada de relativo relax, pero como suele pasar, intentar planificar las cosas en los festivales es un error. Eso y ser un bloguero pobre que duerme en una habitación compartida de un albergue, lo cual lleva a que un compañero de litera haya tenido el despertador sonando cada cinco minutos durante una hora sin decidir si levantarse o apagarlo definitivamente, y oye ya despierto pues que menos que aprovechar el día.

Así que sin yo pretenderlo me he encaminado hacia el Victoria Eugenia para ver la alemana The Audition, que compite en sección oficial. Película sobre una profesora de violín que encuentra un joven prometedor y decide ponerlo bajo su tutela. Tras este argumento se encuentra una pequeña historia mezquina y malvada donde los hijos heredan los pecados de los padres y la falta de cariño se acaba convirtiendo en inseguridad y esta a su vez en miedo y crueldad. Especial mención para el papel de Nina Hoss que es la primera candidata a premio de interpretación de esta edición.


Y como ya adelantaba que no se puede planificar demasiado en los festivales, nuevo giro en mi planning y es que en una de las colas para reservar entradas me han venido tan bien So Long, My Son que no podía negarme a verla.
Así que a recolocar horarios de toda la semana de nuevo y a por esta película china de más de tres horas (había miedo, lo reconozco) que ha conquistado al personal.
So Long, my Son es la historia de dos familias unidas por la amistad que acaban separadas por un trágico accidente. Mientras seguimos a uno de los matrimonios el film nos muestra también el cambio en la cultura y sociedad china durante las últimas décadas.
Xiashuai Wang juega con los saltos temporales en una historia con múltiples ramas que cubren tanto las historias personales de sus protagonistas como el citado avance del país. Uno de los mayores méritos del film es conseguir mantener siempre el interés pese a lo enrevesado de su estructura y la cantidad de subtramas que se generan, pero a pesar de ello Wang siempre consigue que el espectador sepa unir los puntos por sí mismo. El otro gran logro del film es su impresionante pareja protagonista (Wang Jinchun y Yong Mei), ganadora de sendos osos de plata en Berlín con una interpretación sublime y delicada, llena de matices y sentimientos. Las lagrimas y los aplausos se han repartido a partes iguales entre las butacas al terminar la que ya es una de las películas de éste festival.


La Odisea de los Giles pretende ser un Ocean's Eleven de perdedores, con una historia de robos sin glamour pero cargado de justicia social. El film busca entretener con una trama sencilla en la que un grupo de honrados trabajadores pierden todo su dinero en pleno corralito a manos de un banquero y un tiburón financiero sin escrúpulos. La empatía con los protagonistas por tanto es fácil desde el comienzo, sin embargo a éste tipo de films se le piden dos cosas, personajes carismáticos y un plan ingenioso que asombre al espectador y La Odisea de los Giles no cumple ninguna de esas dos premisas. A pesar de ello el film se ve con facilidad y con una sonrisa en la boca, la misma facilidad eso si con la que se olvida a los pocos minutos.



Tras ganar la Concha de Oro con su debut como director James Franco vuelve a Donosti después de muchas polémicas en lo personal y un largo proceso hasta conseguir terminar Zeroville, para más inri la película no puede competir en sección oficial tras estrenarse en Rusia unos días antes de su pase en el festival.
Vikar, el protagonista del film no cesa de proclamar Fuck Continuity como lema y James Franco parece gritar a la cara del espectador, Fuck the Rules, y es que Zeroville desafía cualquier convencionalismo, mezclando géneros, machacando cualquier concepto de narrativa convencional, explorando vías de comunicación. Zeroville no es fácil de entender, tampoco de defender, el sueño lisérgico de Franco tiene demasiado de epidural como para analizarlo de una manera convencional, hay que sufrirlo, gozarlo, experimentarlo. Si Tarantino éste año ha hecho su canto de amor al cine James Franco le lanza una respuesta con la misma veneración al séptimo arte pero con altas dosis alucinógenas.
Por si os lo estáis preguntando yo he gozado una barbaridad con el film pero entiendo perfectamente a quién no haya entrado en el juego.



Probablemente la película más esperada de esta edición en Perlak era Parasite, ganadora de la Palma de Oro en Cannes, con la aureola de ser uno de los títulos acontecimiento del año y último film de Bong Joon ho, director de grandes títulos como Memories of Murder, The Host o Snowpiercer entre otras.
Parasite es una comedia absolutamente delirante en la que una familia humilde va introduciéndose poco a poco mediante las artimañas más imaginativamente divertidas posibles en el hogar de una familia adinerada. Bong Joon ho sin embargo va perlando sus efectivisimos gags de una crítica social que acaba explotando en un potente climax final. Sin duda todo lo que se venía escuchando de Cannes era cierto y es que la crítica al sistema de clases y el retrato de la mezquindad humana nunca fueron tan divertidos. Parasite es una de las películas del año.



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