domingo, 14 de junio de 2020

Artemis Fowl

Artemis Fowl

Director: Kenneth Branagh

Actores: Ferdia Shaw, Lara McDonnell, Colin Farrell, Judi Dench, Josh Gad, Nonso Anozie

Guión: Conor McPherson, Hamish McColl (Basado en el libro de Eoin Colfer)

Productores: Kenneth Branagh, Judy Hofflund, Barrie Hemsley

Montaje: Matthew Tucker

Fotografía: Haris Zambarloukos

Música: Patrick Doyle

Producción: Walt Disney Pictures, Tribeca Productions, Marzano Films


Desde la publicación de la primera novela de la saga de Eoin Colfer en 2001, la industria del cine siempre ha mostrado su interés en trasladarla a la gran pantalla, y es que la aparición del primer éxito potteriano hizo que todos quisieran su saga de éxito de literatura juvenil, con escaso éxito más allá del joven Potter, como posteriormente se ha podido ver.


Más de una década después Disney se hace con los derechos de Artemis Fowl y el proyecto comienza a dar tumbos con la habitual rumorología sobre directores y protagonistas hasta que en 2017 después de su buen trabajo en la compañía con Cenicienta y con un éxito reciente en taquilla como Asesinato en el Orient Express Disney decide dejar la película en manos de un Kenneth Branagh cada vez más asentado en el cine de entretenimiento.

A partir de entonces, pequeñas filtraciones sobre el descontento de la compañía con la cinta, el retraso de su estreno y su posterior paso a Disney + por la crisis del coronavirus con una promoción sin demasiado esmero ponían ciertas dudas sobre la calidad final del producto.


La estructura de Artemis Fowl es como mínimo extraña, y es que si bien dedica su primer tercio a presentar sin ningún tipo de prisa a un joven, que ya comienza a ser hostiable, con extraordinarias capacidades intelectuales y deportivas (sus escenas practicando deporte parecían pasadas de moda en 2001) junto a su familia y entorno, decide pasar apenas de puntillas por un mundo mágico que parece que debería ser otro pilar importante de la historia, aunque vista su estética hortera tampoco importa demasiado, para forzar artificialmente un clímax tan acelerado como falto de interés.

Pero incluso más allá de lo fallido de su historia y guión, tal vez uno de los principales causantes del fracaso de Artemis Fowl sea uno de los castings más desafortunados de los últimos tiempos, desde un Ferdia Shaw absolutamente hierático y carente de carisma, pasando por una Lara McDonnell que en ningún momento da el pego como heroína de acción, hasta llegar por los absolutamente intrascendentes Colin Farrell y Judi Dench contando los billetes cada vez que la cámara no les enfoca, sin olvidar por supuesto a ese extraño y grotesco Hagrid Fake que "interpreta" Josh Gad.


Pero sin duda el mayor reproche que se le puede hacer a Artemis Fowl es que nunca logra entretener ni introducir un mínimo de sense of wonder en el espectador. El film consigue lucir aceleradísimo y a la vez dejar la sensación de que no está sucediendo nada (cosa complicada si, pero lo consigue), tal vez porque no hay sensación real de riesgo y aventura o por el estaticismo que provoca que prácticamente toda la acción (y casi toda la película) suceda en un mismo y poco atractivo escenario, logrando que sus escasos 95 minutos se hagan eternos y nos recuerden más a desastres recientes de la compañía (la imagen de Josh Gad deformando su boca para comer tierra y expulsarla por el culo va directa a la galería de los horrores de la lechuga voladora de Un pliegue en el tiempo) que a cualquier entretenimiento digno de aventuras juveniles.

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