domingo, 19 de septiembre de 2021

San Sebastián Film Festival 2021: Día 1 y 2

 Comienza el festival de cine de San Sebastián con la sensación de que pese a seguir en la nueva normalidad algo ha cambiado. Salas llenas (con sus restricciones de aforo) y alfombras rojas plagadas de público (con sus medidas de seguridad) además de un ambiente por fin este año si mucho más festivalero hace que este Zinemaldia, pese a estar plagado de mascarillas de nuevo y de avisos para que hagamos caso a la señalética ya si se vaya pareciendo más al que hemos conocido todos estos años.

Y nada mejor para comenzar el festival que con una de las sensaciones cinematográficas del año y es que si Julia Ducournau ya había dado que hablar con su debut Crudo con Titane directamente se ha proclamado ganadora de la Palma de Oro del Festival de Cannes y se ha convertido en uno de los grandes acontecimientos fílmicos del año.

Y una vez vista la película puedo decir que la expectación no es para menos, amada por unos cuantos (entre los que me incluyo) y odiada por muchos Titane es aquello que quizás pomposamente a veces se llama una experiencia cinematográfica única que os aseguro que deberíais vivir en pantalla grande. 

El film de Ducournau es un viaje tan alucinante como difícil de describir y es que uno de sus mayores virtudes es su capacidad para conseguir sorprender continuamente al espectador y jugar con sus expectativas para voltearlas y desbordarlas una vez tras otra. Si su premisa inicial con una bailarina erótica que siente atracción sexual por los coches y se acaba convirtiendo en una asesina en serie os parece algo loco no sabéis lo que está por venir. Carax, Cronenberg, Glazer o Noe son nombres que pasarán por nuestra mente mientras vemos el film pero Titane es absolutamente única para lo bueno y para lo malo. La identidad de género, la masculinidad tóxica, la aceptación de la pérdida, la monstruosidad, la "nueva" nueva carne, son tantos los temas que el film arroja al espectador que es imposible no verse shockeado y superado por momentos, todo ello con una estética absolutamente arrolladora y unos interpretes absolutamente entregados (brutal lo de Rouselle y Lindon) que no dejan respiro durante un solo segundo. 

Tengo claro que Titane es una de mis películas de este año desde ya, y que va a seguir en mi cabeza durante mucho tiempo porque aún sigo encajando piezas, algo que lejos de frustrarme hace que me enamore más y más de la película cuanto más la pienso.


La mañana del Sábado, además de con una leve lluvia comenzaba en el Kursaal con la proyección de Maixabel de Icíar Bollaín con nada menos que Blanca Portillo y Luis Tosar a la cabeza. La historia de Maixabel Lasa, viuda de Juan Miguel Jáuregui, asesinado por ETA en el año 2000 y una de las principales impulsoras de la conocida como vía nanclares de encuentro con los miembros de ETA es tan potente que es difícil no mantenerse agarrado a ella. 

El film acierta con sus elipsis temporales para mostrarnos rápidamente una historia que todos conocemos y centrarse en el proceso de arrepentimiento de los etarras en prisión y en el camino de Maixabel hasta llegar a esos encuentros. Bollaín tiene sus pequeños altibajos, consiguiendo huir en la mayoría de ocasiones del melodrama sensiblero aunque alguna se escena se escape y nos recuerde más a cierta producción televisiva fallida de similar temática. Curiosamente el film gana con sus secundarios, especialmente con un Urko Olazabal que se apodera de la película por momentos con especial mención al momento más brillante del film, su primer encuentro con Maixabel que pone los pelos de punta.

Larga ovación en el Kursaal para una película que parece haber gustado bastante y tocado la fibra de los asistentes.


También en Sección Oficial se ha presentado Benediction el biopic de Sigfried Sassoon, escritor y poeta británico conocido por sus poemas antibelicistas tras su experiencia en la Primera Guerra Mundial. El film, dirigido por Terence Davies, posee ese clasicismo y sobriedad que tanto gusta al director británico, y se mueve en una extraña diatriba entre la postura anti belicista del poeta y su complicada vida amorosa en un retrato del ambiente gay de época algo confuso que se pierde entre la postura política de su protagonista con reflexiones sobre el daño de la guerra a la sociedad y los combates dialécticos de alta sociedad, en una mezcla que en raras ocasiones funciona y acaba por convertirse en tedio en unos más que excesivos 137 minutos que no aciertan a retrata ni al personaje ni a la época.


Earwig de Lucile Hazadihalilovic parece haber entusiasmado y enfadado al público por partes iguales, mi enhorabuena a los que han conseguido completar su visionado, particularmente, en poco menos de una hora me he rendido.

También en Sección Oficial ha llegado la sorprendente Arthur Rambo hiperbólica reflexión sobre la toxicidad de las redes sociales con un planteamiento más que atractivo sobre el uso y las consecuencias de las mismas. Sus ajustados 87 minutos hacen que su potente premisa se desarrolle de manera un tanto acelerada y sus personajes por momentos sean algo planos pero a cambio ofrece un más que interesante debate sobre los límites del humor, las redes sociales y nuestra responsabilidad al utilizarlas.




Desde el festival de Cannes llegaba a la sección de Perlas, Un amor intranquilo, la última película de Joachim Lafosse, drama absolutamente desasosegante sobre la convivencia con una persona con trastorno bipolar. Las impresionantes actuaciones de su trío protagonista y lo aterradoramente cotidiano de su historia hace que su visionado se convierta en una pesadilla de impotencia ante el sufrimiento de sus personajes. Un drama duro, que deja con mal cuerpo pero de brillante factura técnica y artística. 

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