Director: Denis Villeneuve
Reparto: Timothee Chalamet, Zendaya, Rebecca Ferguson, Javier Bardem, Florence Pugh, Austin Butler, Christopher Walken, Lea Seydoux, Dave Bautista, Josh Brolin, Stellan Skarsgard, Charlotte Rampling
Guion: Denis Villeneuve, John Spaihts (Adaptación del libro de John Herbert)
Productores: Cale Boyter, Tanya Lapointe, Mary Parent, Denis Villeneuve
Montaje: Joe Walker
Fotografía: Greig Fraser
Música: Hans Zimmer
Producción: Legendary Entertainment, Warner Bros, Villeneuve Films
Denis Villeneuve parece empeñado a encadenar una tarea titánica detrás de otra y tras lograr un imposible con Blade Runner 2049 su nuevo reto consistió en adaptar otro de los grandes títulos de la ciencia ficción, el Dune de Frank Herbert, que tras una primera parte tan impresionante como fría llega a su momentánea conclusión con una segunda parte, más grande, más espectacular y esta vez si, más emocionante.
El regreso a Arrakis y el reencuentro con Paul y Chani se produce de manera orgánica y continuista, considerando el binomio con su primera parte como un todo y sin necesidades de explicaciones previas con el joven Atreides adaptándose a las costumbres Fremen y los Harkonnen maquinando conspiraciones.
Es inevitable hablar del aspecto visual del film y es que Greig Fraser y el propio Villeneuve han conseguido superarse a sí mismos y lograr una película absolutamente revolucionaria con su apuesta estética y aunque probablemente sea por lo que más se recuerde el film tampoco conviene olvidar la importancia capital del guion del propio Villeneuve y Spaihts capaz de condensar una historia que parecía inadaptable a la vez que regatea con más o menos suerte sus aspectos más farragosos e incómodos de las lecturas sociales y políticas de la obra vistas a día de hoy, convirtiendo una sospechosa oda al colonialismo en una apasionante aventura espacial o sus peligrosas connotaciones místicas y mesiánicas en una parte más del viaje del héroe de nuestro protagonista, a la espera de ver si es capaz de resolver este embrollo religioso en la más que previsible tercera parte.
Con un Timothee Chalamet entregada a la causa en el papel que le confirma como una de las estrellas más absolutas de Hollywood, Zendaya comiéndose la pantalla en cada frame, Rebecca Ferguson robando cada plano, Austin Butler demostrando el por qué de su alzamiento como nuevo chico de moda o Javier Bardem pasándoselo en grande, la resiliencia de un reparto tan estelar es otro de los grandes valores de este film, recordando esas producciones elefantiásicas de antaño cargadas de estrellas que siempre funcionaban.
El viaje de Paul para convertirse en Muad'dib y finalmente alzarse como Lisan al Gaib, las intrigas de los Harkonnen o los planes ocultos de las Bene Gesserit por fin han tenido el lugar que se merecen en la gran pantalla.
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