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jueves, 27 de febrero de 2014

Especial Oscar 2014: El Lobo de Wall Street

El lobo de Wall Street. Título original: The Wolf of Wall Street

Director: Martin Scorsese

Actores: Leonardo DiCaprio (Jordan Belfort), Jonah Hill (Donnie Azoff), Margot Robbie (Naomi Lapaglia), Matthew McConaughey (Mark Hanna), Kyle Chandler (Patrick Denham), Jean Dujardin (Jean Jacques Saurel).

Guión: Terence Winter. Basado en el libro de Jordan Belfort.

Productores: Leonardo DiCaprio, Riza Aziz, Joey McFarland, Martin Scorsese, Emma Tillinger Koskoff.

Montaje: Thelma Schoonmaker

Fotografía: Rodrigo Prieto

Producción: Paramount Pictures, Red Granite Pictures, Sikelia.


Cuando se estrenó "El Lobo de Wall Street" parecía que todo estaba dicho respecto a los favoritos en los Oscar, la guerra entre 12 años de esclavitud y Gravity había comenzado y parecía que nadie podía meterse entre ellos, pero no contaban con el gran Martin Scorsese y con el que probablemente sea su mayor éxito comercial de los últimos tiempos y en el que mejor ha funcionado el boca a boca, por que el éxito de ésta película no se ha debido a una gran campaña promocional o a unas estupendas críticas en los medios especializados, si no a que la gente salía del cine y rapidamente hablaba con sus amigos para recomendar la película y esto lo he vivido en primera persona cuando en una sola semana cinco personas que no se conocían entre ellas me han dicho que tenía que ir a verla.

El Lobo de Wall Street se basa en el libro autobiográfico de Jordan Belfort, un broker que durante la década de los 90 se hizo inmensamente multimillonario y que terminó siendo declarado culpable de diversos delitos financieros. Así que estamos ante una de esas historias de ascensión y caida que tanto le gustan a Scorsese. Cambiando los miembros de la mafia por los agentes de Wall Street (¿acaso no son los gangsters de nuestra época?), esta película podría conformar una trilogía junto a Uno de los nuestros y Casino perfectamente.



Leonardo DiCaprio llevaba años intentando llevar esta historia a la gran pantalla y viendo el resultado final he de decir que me alegro de que por fin lo consiguiera, puesto que en mi opinión con esta interpretación logra la cima de su carrera. Que un actor tan conocido como él logré que nos olvidemos completamente de quién es y solo veamos a Jordan Belfort en pantalla es algo que no es nada fácil. DiCaprio da el 110 por ciento en esta película, se le nota, se deja la piel para interpretar éste papel, borda absolutamente todos los momentos de la película, desde los cómicos que son los más abundantes, pasando por la magnífica secuencia dramática casi al final con Margot Robbie (único momento que tiene para destacar la actriz australiana, ya que el resto del tiempo es un mero florero), hasta la ESCENA (si, en mayúsculas, los que la habéis visto ya sabéis sin duda a la que me refiero, los que no la hayáis visto, mejor que aún no sepáis nada) en la que DiCaprio demuestra todo su talento en la actuación física y gestual. 

La historia de Belfort se puede resumir en un recorrido que le lleva desde el comienzo de la película, siendo un novato asustadizo ante su jefe (un soberbio Matthew McConaughey, que es el único capaz de robarle planos en toda la película y que curiosamente también es probable que le robe el Oscar a mejor actor éste año), hasta ese discurso final ante sus empleados en el que el orgullo le impide tomar la decisión más inteligente y conveniente para sus intereses. Para que comprendamos ese cambio tan sustancial Scorsese se embarca en su mayor acercamiento a la comedia desde "Jo, que noche". En la mirada del veterano director Belfort es histriónico, excesivo, en definitiva un hijo de puta divertido, lo que en un primer momento puede parecer una decisión un poco arriesgado debido a la historia real del personaje es consecuencia de la decisión que va a tomar Scorsese respecto al modo de narrar la película confiando en la inteligencia del espectador, no hace falta que te acompañe de la mano para indicarte lo que está bien o está mal, el hecho de que te rías con esta película (y lo vas a hacer sin duda), no quiere decir que no logres captar el mensaje crítico hacia la sociedad que representa, un personaje que se pasa media película borracho o drogado, debatiendo sobre si se debe tratar a los enanos como seres humanos o soplando cocaína en el culo de una prostituta ya se define por sí mismo, es un ser sin ningún tipo de asidero moral al que te puedas agarrar para defenderlo o identificarte con él, la hipérbole del sueño y de la mayor ambición de muchos jóvenes a día de hoy, lo quiero todo y lo quiero rápido y me da igual los medios que tenga que utilizar para conseguirlo.



¿Puede ser el exceso el principal defecto de una película que trata sobre los excesos?, pues aunque parezca una redundancia en éste caso lo es. Hay un momento en el que la acción sube hasta la cima de su intensidad y Scorsese se lo juega a todo a seguir en esa cima durante gran parte de la película y eso consigue dos cosas, por una parte que los 180 minutos de su duración pasen volando y por otra que el espectador tenga una sensación de deja vu constante, de esto ya lo he visto y lo he comprendido, no hace falta que me sigas recalcando lo mismo otra vez, por lo que momentos que deberían ser cumbres del film como la discusión final en la casa o la escena del coche queden diluidos entre otras que quizás sean un tanto innecesarias.

En una película en la que el protagonista es dominador tan absoluto de la función es difícil hablar del resto de actores, aunque habría que destacar a Jonah Hill, que decidió rebajar su salario para poder trabajar con Scorsese en la que probablemente vaya a ser una de las decisiones más acertadas de su carrera, ya que realiza su mejor papel hasta el momento, quizás deja la sensación de que en ciertos momentos se interpreta a sí mismo, pero no por ello hay que quitarle mérito, ya que una de las principales labores de un actor es saber escoger bien sus papeles. Como ya dije antes Matthew McConaughey aparece brevemente en la película pero en esos escasos minutos se come literalmente la pantalla, con una conversación en un restaurante con Leonardo DiCaprio que será de lo más recordado de esta película.



En el aspecto negativo pondría a Margot Robbie, tremendamente desaprovechada al margen de mostrar su extraordinario físico, es esta una película en la que los personajes secundarios (pero especialmente los femeninos) al margen del ya mencionado Hill están muy poco desarrollados y que con una mayor atención y cuidado quizás podrían haber ayudado a que esa sensación de hastío que comentaba anteriormente se hubiera rebajado.

Pero pese a todo el ruido mediático de los últimos tiempos tras su sonado éxito de taquilla parece ser que El Lobo de Wall Street tiene muy pocas posibilidades de conseguir algún galardón este domingo por varias causas, en primer lugar al lobby de wall street (evidentemente) no le gusta la imagen que se da de ellos en la película y no le gustaría que tuviera mayor repercusión debido a los premios, por otra parte como ya es sabido los académicos de Hollywood tienen un tinte mayoritariamente conservador y un film como éste no es que sea precisamente de su gusto y por último, en el apartado actoral dónde podía tener mayores posibilidades con las nominaciones de DiCaprio y Hill, parece ser que Dallas Buyers Club le tiene ganada la partida con los más que probables premios a McConaughey y Jared Leto.

Pero si algo deja claro esta película es la demostración de que Martin Scorsese sigue en plena forma (y esperemos que por muchos años) y que Leonardo DiCaprio con premios o sin ellos definitivamente se asienta entre el reducido grupo de actores actuales cuya sola presencia merece que veas una película.