Directora: Emerald Fennell
Actores: Carey Mulligan, Bo Burnham, Alison Brie, Christopher Mintz Plasse, Clancy Brown, Jennifer Coolidge, Alfred Molina.
Guión: Emerald Fennell
Productores: Emerald Fennell, Margot Robbie, Ashley Fox, Tom Ackerley, Ben Browning, Josey McNamara
Montaje: Frederic Thoraval
Fotografía: Benjamin Kracun
Música: Anthony Willis
Producción: Focus Features, FilmNation Entertainment, LuckyChap Entertainment
Una joven prometedora comienza con unos anónimos cuerpos masculinos bailando de manera desenfrenada y sensual en primer plano hasta que la cámara corrige el foco y descubrimos un grupo de borrachos en pleno éxtasis de la vergüenza ajena, mientras un trío de hombres se dedican a despellejar a una compañera de trabajo y observar a una joven en lamentable estado etílico a la que rápidamente uno de ellos se lanza a ayudar cual caballero andante, aunque pronto su objetivo se desvelará bastante menos honorable, al igual que descubriremos que esa joven no estaba tan desvalida como creíamos.
Así Emerald Fennell en apenas una escena de presentación de cinco minutos nos ha avisado de las cartas con las que va a jugar y de las que probablemente nos acordaremos al final, aquí se va a hablar de algo muy serio, pero quizás no del modo en que te esperas.
Hablar de abusos sexuales, masculinidad tóxica o cultura de violación sigue siendo a día de hoy controvertido a pesar de los muchos avances de nuestra sociedad, más aún si decides hacerlo rompiendo normas y estereotipos.
Cassey, nuestra protagonista, es una joven profundamente marcada por un hecho relacionado con los abusos sexuales en su pasado, condicionando su vida de tal modo que esta apenas se reduce a sus noches de caza en busca de venganza hacia abusadores y depredadores sexuales en clubs nocturnos. Sin embargo en uno de esos retorcidos giros que la directora y guionista ya nos ha adelantado en esa escena introductoria, el film huye rápidamente del dramatismo para convertirse en una comedia negrísima sobre una protagonista anclada en su pasado e incapaz de superar el proceso de culpa. Esto por supuesto no le quita gravedad a lo que Promising Young Woman quiere contar y es que cada minuto supura ira e indignación ante lo que cuenta, pero si que proporciona un curioso nuevo ángulo en su denuncia.
Emerald Fennell, guionista de varios capítulos de la magnífica Killing Eve muestra aquí estilo y atrevimiento con una historia que no tiene miedo a rozar los extremos e incluso por momentos superarlos, la mentalidad cuasi adolescente de nuestra protagonista fruto de quedarse anclada en un pasado traumático aflora en ese irregular cóctel de géneros donde se pasa con inusitada facilidad del thriller de venganza a la comedia romántica subvirtiendo cualquier norma de los rape and revenge más tradicionales.
Esos momentos de cierta irregularidad tonal, además de ciertos problemas en un montaje que podría estar más afinado se ven nimios sin embargo ante la apabullante interpretación de una Carey Mulligan que sabe viajar de la frustración a la ilusión adolescente o caer de nuevo en la ira al ritmo que le marca un guion inteligentísimo que además nos guarda para el final un último tercio tan impactante como aterradoramente cargado de realidad que tan pronto te llena de rabia como te congela la sonrisa al descubrir su prestigio final.
Una joven prometedora no es una película perfecta por supuesto, pero si es un debut superlativo y una vuelta de tuerca interesantísima a un género que parecía estancado cargándolo de nuevos matices respecto a la venganza, la culpabilidad o la equidistancia, simplemente esa incitación a la reflexión sobre temas tan importantes ya debería invitaros a ir al cine, pero es que además os vais a llevar un thriller retorcido, divertido y aterrador.
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