sábado, 9 de febrero de 2019

Green Book

Green Book

Director: Peter Farrely

Actores: Viggo Mortensen, Mahershala Ali, Linda Cardellini, Sebastián Maniscalo, Mike Hatton, Dimiter D Marinov

Guión: Nick Vallelonga, Peter Farrely, Brian Currie

Productores: Jim Burke, Brian Hayes Currie, Peter Farrely, Nick Vallelonga, Charles B Wessler

Montaje: Patrick J Don Vito

Fotografía: Sean Porter

Música: Kris Bowers

Producción: Dreamworks, Amblin Partners, Participant Media, Inisfree Pictures, Wessler Entertainment


Es tradición en cada temporada de premios que se le coja cierta manía a algún título, ya no por su valía cinematográfica individual, si no porque se considera "que no está a la altura" de los mismos, como si una decisión en manos de jurados pudiese objetivarse de tal modo. Ocurrió con Shakespeare in love o The Artist por poner los dos primeros ejemplos que me vienen a la cabeza, pero no nos creamos mejores que la industria americana porque ha sucedido con Campeones en España este mismo año.

La elegida este año para tal cuestión parece ser Green Book, centrándose en las expectativas previas producidas por premios o nominaciones y en si el film es merecedor o no de estos sin analizar la película en sí misma.

Green Book está basada en la historia real de la amistad que surgió entre Don Shirley, pianista afroamericano de gran éxito y Tony Vallelonga, su chofer y guardaespaldas, durante una gira de conciertos del primero por el sur de EEUU en la década de los 60.

Peter Farrely viaja entre la road y la buddy movie, construyendo el film a través de la improbable amistad surgida entre dos personajes a priori incompatibles y lo hace tirando de puesta en escena clásica, humor blanco y sobre todo un excelente sentido del ritmo que hace que el espectador nunca se aburra ni canse en esos 130 minutos que pasan como un suspiro.



Sin quitar mérito al director norteamericano, lo que realmente destaca en Green Book es por un lado su excelente guión, capaz de equilibrar un humor blanco y familiar con cierto toque de conflictos raciales y sobre todo esa sensación de buen rollo que inunda la película desde el primer hasta el último minuto, y por otro la extraordinaria labor de sus dos protagonistas.

Viggo Mortensen, con un acento italiano perfecto por cierto, consigue superar cualquier cliché de secundario de película de mafiosos para convertir a Tony Lip en un adorable bonachón de buen corazón del que todos quisiéramos ser amigos, a su lado Mahershala Ali demuestra por que es uno de los actores en mejor forma de los últimos tiempos, sobrado de carisma y simpatía pero sabiendo dotar también de capas y cierto tono dramático a su personaje. Es la sobresaliente química entre ambos la que hace avanzar siempre a la película.



Es cierto que Green Book transita a menudo por caminos comunes o que prefiere optar por la ligereza y no hurgar en el drama, incluso que es profundamente previsible. Pero a pesar de eso la película logra triunfar en su misión principal, la de entretener al espectador, porque se puede acusar de muchas cosas a este film pero no de ser deshonesto y es que su apuesta desde el comienzo es hacer pasar al espectador un buen rato, lograr su complicidad y conseguir que éste salga de la sala con una sonrisa en la boca, y a fe que lo consigue. Si merece más o menos premios por ello es otro tema, y sinceramente, qué más da.

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