Contagio en alta mar

 

Contagio en alta mar. Título original: Sea fever

Dirección: Neasa Hardiman

Actores: Hermione Corfield, Ardalan Esmaili, Jack Hickey, Olwen Fouere, Dougray Scott, Connie Nielsen, Elie Bouakaze

Guión: Neasa Hardiman

Productores: Brendan McCarthy, John McDonnell, Borje Hansson, Eddie Dick

Montaje: Barry Moen, Julian Ulrichs

Fotografía: Ruairi O'Brien

Música: Christoffer Franzén

Producción: Fantastic Films, Frakas Productions, Makar Productions, Flexibon Films, Creativity Capital, Bright Movinc Pictures

Resulta paradójico como un virus ayuda y reinterpreta a una película que precisamente trata sobre virus y es que precisamente la pandemia global que vivimos posibilita que una pequeña apuesta europea de terror y ciencia ficción se cuele en cartelera tras meses circulando entre festivales y plataformas a la vez que algunas partes de su metraje son fácilmente adaptables a nuestra situación actual y esto le da una lectura aterradoramente profética. 

Contagio en alta mar narra la historia de un barco de pescadores con una investigadora sobre patrones del comportamiento de la fauna marina a bordo que está realizando un estudio de campo para su doctorado. Rechazada en un primer momento por sus compañeros por las supersticiones del gremio, cuando el barco se queda atrapado por una desconocida criatura del fondo marino, sus conocimientos científicos pueden ser los únicos que salven a la tripulación.

Sea Fever juega con la apariencia de una monster movie con un excelente diseño de criaturas y viscosidades con ciertas referencias al mundo lovecraftiano y algún pequeño y agradecido toque sangriento pero sin embargo rápidamente va virando hacia el thriller científico, donde la investigación del parásito y su modo de actuación se tornan en protagonistas, así el terror se encuentra más en el comportamiento humano, con una tripulación al borde de la locura entre sospechas sobre quién está infectado, que en las propias criaturas. 

Neasa Hardiman, directora y autora del guion se centra en ese juego de sospechas y hostilidades entre los tripulantes para elevar la tensión del film dirigiéndonos finalmente hacia una drama que nos toca más de cerca de nunca, el del método de gestión y control de una infección implacable. Así como decíamos Contagio en alta mar se convierte en paradójicamente reveladora ante nuestra situación actual más allá del divertimento de sus dos tercios iniciales.