viernes, 25 de abril de 2014

Enemy

Enemy

Director: Denis Villeneuve

Actores: Jake Gyllenhaal, Melanie Laurent, Sarah Gadon, Isabella Rosellini.

Guión: Javier Gullón. Basado en la novela "El hombre duplicado" de José Saramago.

Productores: Miguel Ángel Faura, Niv Fichman, Luc Dery, Sari Friedland.

Montaje: Matthew Hannam.

Fotografía: Nicolas Bolduc.

Música: Danny Bensi, Saunder Jurriaans.

Producción: Rhombus Media, Roxbury Pictures, micro_scope y Mecanismo Films


Enemy no es una película fácil, no lo es ni para el espectador ni para quién intente escribir sobre ella, hay que partir de ésta base y de ésta premisa porque si no se estaría siendo injusto con ella, he leído y he escuchado multitud de comentarios en los que se critica la dificultad para entender por completo todos los detalles de su argumento, en parte tienen razón, si hubiera que hacer una comparación con otros directores podríamos decir que esto no es una película de Christopher Nolan en la que un personaje te va a explicar la mecánica que guía la historia o te vas a encontrar al final de la película con un flashback que te explique todo lo que no habías entendido, Enemy está más cerca del cine de David Lynch o David Cronenberg, películas en la que el espectador tiene que poner mucho de su parte para terminar de comprender lo que ha visto y que aún así puede que haya detalles, partes de la película de distinta interpretación para cada uno o simplemente a la que no se le encuentre interpretación posible (sin que eso signifique que no la tenga).




Enemy es la historia de Adam, un profesor universitario que vive una monótona y aburrida vida entre su casa, las clases y una relación que más que amorosa es puramente sexual, al borde de la depresión su vida da un giro cuando por casualidad descubre en una película a Anthony, un actor exactamente igual a él, la inevitable curiosidad por conocer a esa persona hará de su búsqueda una obsesión y su posterior encuentro cambiara la vida de ambos para siempre.

Con éste breve argumento (también debido a no querer caer en spoilers) Denis Villeneuve compone una de las películas más magnéticas y enigmáticas que he podido ver en los últimos tiempos, el director canadiense consigue hipnotizar al espectador con cada plano, dotando a todos y cada uno de ellos de significado e importancia para el devenir de una historia cargada de metáforas y simbolismo que incluso juego con los componentes oníricos de manera poco disimulada. Para todo ello Villenueve se aprovecha de los dos principales puntos fuertes del film, por un lado la maravillosa fotografía de Nicolas Bolduc en la que los tonos ocres ayudan a conseguir esa atmósfera de pesadez y opresión continua, lo que hace que te remuevas en tu butaca de pura incomodidad sin saber realmente por qué lo estás haciendo. Y por otro lado está la estupenda labor de los actores, encabezados por un Jake Gyllenhaal en estado de gracia que alcanza su mayor grado de madurez en la interpretación de dos personajes completamente iguales en lo físico y que no pueden ser más contrarios en su apartado psicológico, Gyllenhaal solo con su actuación logra que distingamos a uno del otro al instante, no hacen falta los ya consabidos trucos de las leves diferencias en el aspecto físico o el vestuario de los personajes para diferenciarlos, solo con ver sus gestos o sus posturas sabemos si estamos viendo a Adam o Anthony en pantalla, algo que está al alcance de muy pocos interpretes hoy en día.



El propio Villeneuve ha reconocido en entrevistas posteriores a la presentación del film que Enemy intenta provocar e impactar al espectador y sin ninguna duda lo consigue, es una película que polariza las opiniones sobre ella, o la amas o la odias, no existe un término medio. Puede que una de las sensaciones generalizadas sea la de insatisfacción tras no haber sido capaz de comprender ciertos detalles de la película y sobre todo ese final del que se seguirá hablando durante años, pero la pregunta aquí sería ¿es necesario comprender todo para disfrutar de una película?, como ya dije al principio Enemy no es una película fácil, plantea multitud de preguntas cuyas respuestas puede que no existan o sobre todo puede que aún no hayamos sido capaces de encontrar, la película está llena de pistas, de metáforas y sugerencias que el espectador debe encajar por sí mismo para completar el rompecabezas que acaba de ver, y si, puede que parezca que te faltan piezas para completarlo pero ello no es óbice para el disfrute del film.

La experiencia de esta película es muy personal en cada uno y por ello os voy a comentar la mía, mientras la estaba viendo me encontraba completamente hipnotizado ante la fuerza de las imágenes y la complejidad de intentar comprender lo que estaba viendo en un primer visionado (grave error el mio), pero aún así disfrutando enormemente de ello, cuando de repente llega a su escena final provocando un shock, no solo en mi, si no en toda la sala, en la que se produjo un enorme silencio y de la que no se movió ni un alma mientras los títulos de crédito caían por la pantalla, existía una sensación generalizada de reflexión, de querer recrear de nuevo en nuestras cabezas todo lo que habíamos visto para intentar buscarle un significado, al salir por los pasillos del cine veía a mis compañeros de sesión deambular al igual que yo lo hacía, la mayoría ni hablaban entre ellos, todos simplemente pensando y al salir a la calle cuando la luz del día me deslumbraba notaba cierta sensación de enfado conmigo mismo por ser incapaz de completar el puzle que acababa de ver, pero pese a ello seguía recordando multitud de escenas de manera perfectamente nítida, y entonces mi mente hace click y consigo encajar una pieza con otra, y empiezo a recordar detalles, conversaciones, y voy encajando más piezas cada vez, pero aún así soy incapaz de resolver del todo el enigma, pero no me preocupa, la insatisfacción y el enfado inicial han dado paso a la capacidad de disfrutar de algo que no he llegado a comprender del todo pero que aún así me maravilla y que vuelve a mi memoria todos los días, esperando el momento en que pueda realizar un segundo visionado y confirmar esas pistas que ya he encontrado y volver a buscar otras nuevas.

Ese grado de insatisfacción que sufrí a la salida del cine es el mismo que sufro ahora al intentar explicar en palabras una sensación tan personal como es ver esta película, al igual que lo fue en su momento ver "Carretera perdida" o "Mulholland Drive" de David Lynch, lo único que puedo hacer es recomendar enormemente su visionado y acudir al cine con la mente abierta y dispuesto a ver una historia que para bien o para mal va a permanecer en vuestra mente durante mucho tiempo.

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