sábado, 22 de julio de 2017

Dunkerque

Dunkerque. Título original: Dunkirk

Director: Christopher Nolan

Actores: Tom Hardy, Mark Rylance, Aneurin Barnard, Kenneth Branagh, Fionn Whitehead, Harry Styles, Cillian Murphy

Guión: Christopher Nolan

Productores: Christopher Nolan, Jake Myers, Emma Thomas, Andy Thompson

Montaje: Lee Smith

Fotografía: Hoyte van Hoytema

Música: Hans Zimmer

Producción: Warner Bros, Syncopy, RatPac Dune Entertainment


Dunkerque es la confirmación de Christopher Nolan como un fénomeno en sí mismo. Probablemente ningún director arrastre al público a las salas de esa manera ni concite tales discusiones sobre sus películas en éste momento y su primera aproximación al cine bélico no podía ser menos.

Nolan se sale una vez más de lo esperado para mostrar una cinta bélica en la que la experiencia sensorial se antepone al espectáculo cinematográfico convencional. La apuesta es un todo o nada en la que prima lo visual por encima de lo demás, jugando todas sus fichas a que el espectador sienta que está dentro de la propia batalla de Dunkerque.

Sin embargo para querer lograr una experiencia tan inmersiva Christopher Nolan olvida el elemento fundamental en cualquier tipo de historia, que no es otro que el factor humano. Los protagonistas en Dunkerque son planos, vacíos, prácticamente innecesarios para el director británico que no se molesta en darles un trasfondo o una evolución. Y cuando una película intenta provocarte un estado de tensión continúo, la falta de empatía con sus personajes es un pecado mortal, ya que en ningún momento sufres por su destino.
Incluso el film sustituye al enemigo humano por la música de Hans Zimmer, en una suerte de Jaws bélico que lejos de funcionar acaba cansando.



Es imposible negar la maestría de Nolan en la planificación o el buen ojo de Van Hoytema en la fotografía pero en esta ocasión no logran dar al film el tono adecuado. Y es que es difícil sumergirse en una guerra tan limpia, aséptica y coreografiada, donde los hombres mueren sin derramar no ya una lágrima, si no siquiera una gota de sangre, y parecen esperar a la orden del director para mirar todos al unisono hacia un lado o caer juntos. 

El método narrativo con una cronología desordenada que concluye en el climax final conjunto consigue el efecto contrario al deseado y es que más que aumentar la tensión hace que la atención del espectador se disperse.



Dunkerque es una apuesta de Christopher Nolan, donde muestra un modo muy personal de ver el cine bélico, alejado del caos y la épica humana, donde los protagonistas son símbolos de un ideal más que personajes en sí mismos, donde la importancia de la forma está muy por encima del contenido. No le pondría ninguna crítica a su apartado técnico, pese que considero que no es el acertado para el tipo de historia que quiere contar, pero como espectador el tipo de cine que me gusta es otro, el que te toca y te llega, y Dunkerque está muy lejos de hacerlo.

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