domingo, 26 de junio de 2022

Elvis

 

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Elvis

Director: Baz Luhrmann

Actores: Austin Butler, Tom Hanks, Olivia DeJonge, Helen Thomson, Richard Roxburgh, Kelvin Harrison Jr., David Wenham, Kodi Smit McPhee, 

Guion: Baz Luhrmann, Sam Bromell, Craig Pearce, Jeremy Doner

Productores: Gail Berman, Baz Luhrmann, Catherine Martin, Patrick McCormick, Schuyler Weiss

Montaje: Jonathan Redmond, Matt Villa

Fotografía: Mandy Walker

Música: Elliott Wheeler

Producción: Warner Bros, Bazmark Films, Roadshow Entertainment, The Jackal Group, Whalerock Industries



Elvis comienza con claras declaraciones de intenciones de su director, por un lado con el logotipo de Warner Bros plagado de brillos y pedrería, por otro con uno de sus personajes principales y narrador de la historia que vamos a ver reivindicando que no importa que cometas unos cuantos errores si por el camino también haces algo bien. Si un director como Baz Luhrman nos sumerge a continuación en dos horas y cuarenta minutos de brillantez, pirotecnia, excesos y horterismo no podemos decir que no estábamos avisados.

Las virtudes y defectos de Luhrman son conocidas desde hace años, desde que deslumbrara con espectaculares musicales como Romeo y Julieta o Moulin Rouge donde su gusto por el exceso y la brillantina conseguían momentos deslumbrantes con perfecta unión entre la música y la imagen o sus problemas en la narración en esos dramas bigger than life como Australia o El gran Gatsby. El biopic del Rey del Rock parecía una prueba de fuego para ver el estado de la carrera del director australiano y éste ha decidido dejarlo todo sobre la pantalla al igual que su protagonista hacía sobre el escenario, sin ningún miedo a cometer ciertos errores si a la vez es capaz de conseguir algunos de los momentos más brillantes de su cinematografía.

Elvis_Austin_Butler

Es curiosa la elección del film de elegir como narrador al presunto villano de la función y de hacerlo además en un estado casi lisérgico en sus momentos de agonía, otorgando sentido así a la sensación de ensoñación del film en algunos de sus tramos. Sin embargo cuando mejor funciona Elvis es cuando se centra en el espectáculo puro, el del comienzo de la carrera del mito del rock, con momentos musicales deslumbrantes en los que la energía desbordante de Butler se une a la brillantez de Bahrman con una acertadísima mezcla de formatos visuales para conseguir lograr momentos absolutamente épicos en las primeras actuaciones del mito, consiguiendo llevar a la gran pantalla los ya míticos orgasmos que sufrían sus fans al ver a Elvis en acción. En esta primera parte del film avanza con fluidez desde las primeras actuaciones, al nacimiento del mito, su historia de amor con Priscilla o la creación del villano en forma de su manager, un Tom Hanks cargado de prostéticos y maquillaje pero que aún así logra cargar de humanismo un personaje que en otras manos corría un evidente riesgo de convertirse en caricatura. 

Austin Butler realiza un despliegue deslumbrante en su interpretación, dejando cada gota de su energía y talento sobre la pantalla creando una representación personalísima pero a la vez fidedigna de Elvis demostrando por fin que los biopics deberían ir más allá de buscar la semejanza física de sus interpretes.

Elvis

Sin embargo la caída del mito en éste caso también es la de la película y es que cuando ésta se sumerge en la parte más trágica de la vida de Elvis es cuando pierde todo su ritmo, se vuelve torpona en su impostado dramatismo, la voz en off comienza a ser excesiva y por momentos molesta e incluso el propio Butler comienza a caer en algunos manierismos que nos alejan del personaje y nos acercan al interprete.

Pero a cada error le acompaña un acierto cada vez que el film vuelve al escenario, y es que Elvis es tan imperfecta como brillante, tan grotesca por momentos como apasionante en gran parte de su metraje tan irregular como su director y protagonista.Sin llevar cuenta de número de errores y aciertos, sin duda uno de los films del año.

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