viernes, 14 de octubre de 2016

Sitges 2016: Día 7

Séptimo día de Sitges, el festival en el que (casi) nunca llueve como he leído en algún medio de la organización. Y por fin he entrado en razón, haciendo algo que debería haber hecho a mitad de festival, es decir, saltarme las dos primeras algún día y aprovechar para dormir, y esto durmiendo ocho horas la verdad que es otra cosa. Un cadáver flatulento ha triunfado en el día que Bruce Campbell ha demostrado que es el puto amo del universo, Johnnie To me ha decepcionado por primera vez y como todo los años ha habido su ración de Miike, tradición ya en Sitges.
Swiss Army Man venía con polémica del festival de Sundance, donde parte del público abandono la sala molesto por las flatulencias y erecciones del cadáver. En Sitges evidentemente nadie se iba a asustar por estas cosas pero lo que ha sorprendido es que esta comedia fantástica y a priori idiota es una de las películas más profundas que hemos podido disfrutar este año.

Swiss Army Man utiliza a un naufrago y un cadáver con "poderes" (así como suena, tendréis que verlo para entenderlo) para hablar sobre la soledad, la amistad, el amor, el miedo o la dificultad para conectar con el resto. Hank y Manny establecen así una curiosa relación en la que aunque parezca imposible (de nuevo repito, tendréis que verla) se ayudaran el uno al otro para superar sus limitaciones y volver a casa en un viaje lleno de aventuras.

Dan Kwan y Daniel Sheiner realizan su debut en el largo con una película que bajo su aparente simplicidad esconde una realización muy notable tanto en las escenas más oníricas como aprovechando sus magníficos escenarios naturales como en la relación entre ambos personajes. Paul Dano y Daniel Radcliffe conforman una pareja con una química impresionante que lleva la película en volandas, pero sobre todo y todos destaca el guión, también labor de los Daniels, que con un formato prácticamente teatral consigue entretener en todo momento, sacar no solo sonrisas si no también alguna carcajada que otra, emocionar y sobre todo hacernos pensar. Cargada de humor y situaciones surrealistas Swiss Army Man lleva su arriesgada apuesta hasta el final, demostrando que para hacer buen cine lo fundamental es la imaginación, el talento y la valentía. La película ha sido la más aplaudida del festival hasta el momento y muy raro sería que no pillara premio.


En esta ocasión Sitges Classics me ha ofrecido la posibilidad de poder ver en pantalla grande uno de esos títulos míticos para los amantes de Bruce Campbell pero que nunca había tenido ocasión de ver, Bubba Ho-Tep.
Con una presentación por parte de Don Coscarelli y el propio Groovy Bruce llena de simpatía, el film traspasa el manido término de crepuscular para convertirse en un western senil en el que dos personajes tan locos como un imitador que ha pasado a creerse el propio Elvis y un anciano que se cree Kennedy obviando el pequeño detalle de que es negro, luchan en una residencia de ancianos contra una momia. Si bien el argumento es de lo más surrealista que uno se puede echar a la cara la película está llena de bajones entre gag y gag y hasta que no llega a la batalla final no coge algo de velocidad. Curiosa, graciosa y con el toque Campbell que siempre se agradece pero vamos, no entraría dentro de mis films de serie B a reivindicar.

Pero lo mejor estaba por llegar, en una Q & A (Questions and Answers) en la que Bruce Campbell ha tirado de simpatía y carisma quedándose con público, personal e incluso con el propio Don Coscarelli que no podía parar de reir con las ocurrencias de nuestro querido Ash. Campbell ha vacilado al traductor, ha hablado con el público, se ha arrancado en castellano, ha hecho todo lo que se os pueda ocurrir para conseguir que el Retiro se llenara de carcajadas durante quince minutos y nos dejara con las ganas de que esto se alargara durante mucho tiempo más.


Separar el visionado de Three del de The Weaving of a Dream: Johnnie To's Vision & Craft me resulta muy complicado, y es que el supuesto documental que se vendía como un análisis del método de trabajo de Johnnie To es en realidad un Making Of de Three en el que no solo se destripa media película si no que sobre todo se muestra como se ha realizado la escena esencial del film, en la que Johnnie To ha intentado hacer un experimento visual y en la que ya nunca llegaré a saber si no me ha funcionado porque no he entrado en ella o porque conocía el truco, error monumental de la programación y es que este documental en todo caso se podría ver después, pero nunca antes.

Más allá de eso The Weaving of a Dream muestra el método de dirección de Johnnie To en ésta película, puro caos, en el que el guión se modifica prácticamente cada día y donde To dirige las escenas por puro instinto e intuición, sin apenas preparación. Interesante como complemento al film será un buen extra en el DVD como cualquier otro Making Of.

Hablando ya puramente de Three, me llevo mi primera decepción, y muy grande con el cine de To. La película, planeada como un ejercicio de estilo, propone una premisa interesante aunque algo manida, con un solo escenario donde un policía, una doctora y un atracador comparten protagonismo. Si bien el manejo de la tensión no es del todo malo, los duelos entre los tres por la operación del atracador y la sospecha de un intento de escapada nunca llegan a funcionar porque los personajes están muy mal desarrollados, probablemente causa de esa improvisación de guión constante. Y cuando llega la acción, uno de los puntos fuertes de To, ahí es donde se decide a hacer su experimento visual y donde para mi particularmente la caga, es más, creo que incluso sin haber visto antes el documental tampoco hubiera funcionado porque el resto de la película no acompaña. Nunca pensé que iba a decir esto, pero película muy floja de Johnnie To.



Con la última sesión del día (al menos para mi) llegaba el momento que todos recordaremos de esta edición de Sitges, y es que la entrega del premio Maquina del Tiempo a Bruce Campbell ha sido tan brutal que es difícil explicar como en casi media hora de discurso el tío ha conseguido trollear a la traductora, el público, Ángel Sala y todo lo que se moviera, de verdad, que traigan todos los años a éste tío.

Después Takashi Miike, un habitual del festival, subía a contar que está rodando una película en Sitges y medio pedía perdón por que Terra Formars quizás no era lo que esperábamos, y ahí quien más quien menos se ha empezado a sospechar que algo olía mal.

El problema de Terra Formars ya no son sus transformaciones dignas de cualquier cosplay o sus efectos especiales reguleros, joder eso lo podemos ver en la mayoría de Action Live que adaptan mangas que nos llegan, el problema es que vuelve el Takashi Miike más impersonal, el de los trabajos de encargo, y esto no pasa de parecer un equipo actimel con poderes de bichos que se va a fumigar Marte a lo Starship Troopers. Ni gota de la locura y la genialidad bizarra a la que nos tiene acostumbrados el maestro Miike, vamos que a esto le pones el nombre de cualquier director novel japonés y te lo crees. En fin, todos tenemos que comer y pagar facturas, ya llegarán proyectos más personales.


Crónicas anteriores:

Día 1
Día 2
Día 3
Día 4
Día 5

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